(OroyFinanzas.com) – Los trabajos de la Reserva Federal de los Estados Unidos (Fed) en materia de supervisión financiera van a contar con una financiación extraordinaria que será aportada por las entidades de crédito supervisadas. A partir de este año, la Fed impondrá una tasa sobre las grandes entidades financieras residentes en Estados Unidos para cubrir los costes de supervisión.
El primer acto recaudatorio ya se ha producido con cargo al ejercicio 2012. La recaudación por esta tasa ha ascendido a 440 millones de dólares. La base imponible está formada por setenta corporaciones bancarias con un volumen de activos superior a 50.000 millones de dólares. Estas entidades calificadas como “sistémicas” están en el punto de mira de los reguladores, empeñados en rebajar el tamaño de los bancos e intervenir lo máximo posible en su gobierno corporativo.
El período de pago se inició el 15 de julio y hasta el 30 de septiembre, los bancos tendrán la obligación de abonar su parte alícuota de la tasa. Meses después, el 15 de diciembre, se abrirá el período de pago correspondiente al año 2013.
La supervisión de la Fed y, por tanto, los costes a los que tienen que hacer frente las propias entidades supervisadas se centran en el pago de inspectores, revisiones, reuniones de expertos, elaboración de informes de situación periódica, exámenes y pruebas de resistencia, interpretación y aplicación de nuevas regulaciones y asesoramiento ante movimientos empresariales de gran calado como fusiones y adquisiciones o ampliaciones de capital.
Los grandes afectados son los principales colosos bancarios americanos: Bank of America, Citigroup, JPMorgan Chase o Wells Fargo. Dentro de este grupo –aunque no tenga ficha bancaria– se encuentra también la aseguradora AIG. En virtud de la famosa Ley Dodd-Frank de reforma de Wall Street, el consejo de reguladores tiene la capacidad de exprimir fondos de los bancos con carácter “sistémico” para cubrir el coste regulatorio. Este selecto club de bancos tendrá que soportar, en los próximos años, una pesada losa sobre sus espaldas.
Fuente: Forbes
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