(OroyFinanzas.com) – Juan José Rubio Guerrero (Madrid, 1957) es uno de los hacendistas más prestigiosos del panorama económico español. Es Catedrático de Hacienda Pública y Sistema Fiscal de la Universidad de Castilla-La Mancha, presidente del Foro Independiente de Analistas Fiscales y consultor de diversas instituciones como la Fundación para el Análisis y los Estudios Sociales (FAES).
El Informe Propuestas para una Reforma Fiscal en España fue presentado en el Campus de Verano que la Fundación para el Análisis y los Estudios Sociales (FAES) celebra todos los primeros días de julio en la sierra de Madrid. En este Informe se pone negro sobre blanco, el modelo de reforma fiscal que, a juicio del think tank, debería acometer el Ministerio de Hacienda. No sólo se expone la necesidad de bajar los tipos impositivos sobre la renta personal y el beneficio de las sociedades. Incluye un diseño integral de recaudación más eficiente, menos distorsionante de la actividad económica y elemento clave para la salida de la crisis.
En esta entrevista concedida a Javier Santacruz Cano, el profesor Rubio Guerrero centra y explica los asuntos esenciales tratados en el Informe y expone su visión sobre los pasos necesarios en el camino de la reforma de la Administración Tributaria y la influencia que ésta tiene sobre la economía española.
(OroyFinanzas.com) – ¿La capacidad recaudatoria del actual sistema impositivo está agotada?
Una de las razones que exige la revisión completa de nuestro sistema tributario es su incapacidad de aportar los ingresos necesarios para el sostenimiento de los gastos públicos. Sin duda, un gasto público equivalente al 47% del nuestro PIB es un peso excesivo para una economía en recesión, más aún cuando se carece de los ingresos necesarios para financiarlos.
(OroyFinanzas.com) – El Informe señala como necesaria una reducción del peso del Estado en la economía. ¿Qué nivel de gasto público sobre PIB es aconsejable?
El compromiso del PP tras las elecciones de 1996 fue situar el Gasto Público en relación al PIB en torno al 40%, un logro que fue alcanzado por primera vez en 1999 y que se mantiene hasta 2004. Concretar en una cifra macroeconómica cuál debe ser el equilibrio más adecuado entre Actividad pública y privada es una simplificación. Pero desde la perspectiva ideológica de quienes defendemos la libertad individual y la economía de mercado resulta necesario dejar claro que la asignación pública de recursos debe estar contenida dentro de unos límites que hagan posible la libre expresión del dinamismo social y el pleno respecto al desarrollo individual. Las economías con presupuestos equilibrados, impuestos reducidos, gasto público bien administrado y regidas por el principio de la mínima intervención son más respetuosas con las libertades individuales y generan más bienestar social.
(OroyFinanzas.com) – A su juicio, ¿debemos replantearnos la concepción que tenemos sobre los principios tributarios? ¿El concepto de progresividad debería pasar al lado del gasto?
La evolución de los sistemas fiscales modernos y de nuestros socios europeos ha llevado a alterar la jerarquía de los principios impositivos dando una clara prevalencia al principio de eficiencia económica. La evidencia empírica ha puesto de manifiesto las limitaciones que la imposición sobre la renta personal y el patrimonio tiene para soportar el peso de los objetivos de redistribución, unas limitaciones que, por otro lado, conviven con la enorme potencia y eficacia demostrada por los mecanismos construidos a través de la asignación del gasto público. Es decir, recaudemos con eficiencia y gastemos con equidad social.
(OroyFinanzas.com) – Describa brevemente en qué consiste la curva de Laffer y exponga si cree que estamos en este momento en el tramo decreciente de dicha curva.
La conocida curva de Laffer ilustra la relación existente entre la recaudación y los tipos marginales de gravamen. Esta curva se caracteriza por presentar un máximo de recaudación que se alcanzaría para un valor del tipo marginal que la literatura ha convenido en llamar tipo marginal de Laffer, a partir del cual sucesivas elevaciones en el tipo marginal supondrían pérdidas recaudatorias debido al efecto comportamiento de los contribuyentes que compensa el efecto mecánico directo que vincula mayores tipo a mayor recaudación. El tipo impositivo que maximizaría la recaudación del IRPF español dada su actual estructura sería del 35% sobre la base liquidable general. El efecto Laffer de la última subida de tipos marginales en el IRPF, según las estimaciones realizadas en el estudio, ha generado una pérdida recaudatoria.
(OroyFinanzas.com) – Cuando se plantean nuevas subidas de impuestos, el Gobierno justifica su decisión en la existencia de una baja presión fiscal. Sin embargo, el Informe deja claro que los contribuyentes soportan una pesada carga fiscal. ¿Cree que los contribuyentes pueden soportar el actual nivel impositivo?
Resulta muy importante diferenciar entre carga fiscal individual y presión fiscal global. La estructura de nuestro sistema fiscal es progresiva por lo que, en fases de crecimiento, se suele producir un incremento de la presión fiscal global con una reducción o mantenimiento de la carga fiscal individual. Es decir, se obtiene más recaudación reduciendo los impuestos individuales. Por el contrario, situación actual, en fases de depresión, se reduce la presión fiscal global mientras que se incrementa la carga fiscal individual. Es decir, se reduce la recaudación aumentado los impuestos individuales. Por lo tanto, es el crecimiento económico el que nos permitirá incrementar la recaudación sin hacer recaer sobre los contribuyentes mayores impuestos que condicionan y penalizan la actividad económica y la salida de la crisis.
(OroyFinanzas.com) – ¿Qué aspectos deben reformarse en el Impuesto de la Renta? ¿Es en la actualidad una rémora para la salida de la crisis?
La renta media española está gravada a niveles similares a Suecia o Dinamarca a pesar de que estos países nos superan ampliamente en niveles de renta. Un impuesto sobre la renta con siete tramos que van del 13 al 56%, más las deducciones estatales y autonómicas, hacen que el impuesto no sea ni eficiente, ni equitativo y sencillo. Se propone un sistema dual como modelo impositivo para las rentas del trabajo, combinado con un tratamiento adecuado de las rentas del capital y alineado con la tributación empresarial. Es importante revisar el sistema de módulos que es injusto, arcaico y constituye el primer paso para el fraude fiscal. Conviene revisar los mínimos exentos personales y familiares e internalizar los efectos de la inflación que es el impuesto más injusto.
(OroyFinanzas.com) – En el capítulo de rentas del capital, el modelo de 1996 de tipo único y exenciones en las ganancias o pérdidas patrimoniales trascurridos unos años, ¿sería el camino a seguir en la reforma fiscal que se plantea?
Siendo partidarios de un tipo único de gravamen sobre las rentas del capital en torno al 25%, no lo soy en cuanto a la exención de plusvalías a corto, medio y largo plazo ya que los efectos de promediación de rentas quedan resueltos por ese tipo reducido.
(OroyFinanzas.com) – Otro de los mantras fiscales es que las empresas pagan poco Impuesto de Sociedades o que los tipos efectivos están por debajo del 10%. ¿Es esto cierto? En el entorno económico actual, ¿deberían pagar más impuestos la grande y la mediana empresa?
La política tributaria en el Impuesto de Sociedades española está bien enfocada. Se han adoptado tanto medidas generales como selectivas que pretenden básicamente moderar o suprimir tratamientos fiscales favorables con el fin de aumentar el tipo efectivo de gravamen extendiendo las bases imponibles y sin modificar los tipos nominales de tributación. Considero que las políticas de ampliación de bases imponibles, reducción de distorsiones en la financiación empresarial, unido a una reducción temporal de tipos impositivos nominales en función del acercamiento a los objetivos de déficit programados, son las más adecuadas en el contexto actual de crisis. Este camino permitiría elevar el tipo efectivo de gravamen de las grandes sociedades y reducir el de las PYMES ya que éstas utilizan, hoy en día, poco los incentivos fiscales que permiten la minoración de los tipos efectivos.
(OroyFinanzas.com) – Las subidas de los tipos impositivos en el Impuesto sobre el Valor Añadido, ¿podrían ser un punto de partida para cambiar el peso de los impuestos de los directos a los indirectos? ¿Es esto deseable?
Partiendo de la base de que habría que estudiar con mucho cuidado cualquier elevación de impuestos, el tax mix español debe ser objeto de una profunda reestructuración. Es decir, la reducción del peso de aquellos impuestos que resultan más lesivos para el crecimiento como el IRPF o las cotizaciones sociales. A cambio puede incrementarse la carga de los impuestos indirectos a lo que la evidencia empírica señala como menos lesivos para el crecimiento económico.
(OroyFinanzas.com) – A su juicio, ¿qué medidas podrían tomarse para perseguir el fraude fiscal? ¿Una rebaja de las tarifas y una simplificación de la burocracia contribuirían a tal fin?
El fraude fiscal es un problema de primera magnitud cuyo coste recaudatoria podría estimarse en unos 40.000 m€. Cualquier rebaja de impuestos contribuye a minorar la tendencia al fraude fiscal al encarecer relativamente la opción del fraude frente al pago efectivo. Sería necesario, además, dotar de mayores recursos humanos y materiales a la Agencia Tributaria y desviar recursos de Inspección desde los contribuyentes controlados por medios electrónicos hacia el afloramiento de bolsas de defraudadores que, en este momento, no están controlados por la Hacienda Pública.
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