Los reguladores quieren acceder a los datos de clientes del Deutsche Bank

Puesta de sol en Isla

(OroyFinanzas.com) – El mayor banco de Europa, el Deutsche Bank, vuelve a estar en el ojo del huracán, esta vez por los datos de sus clientes “sospechosos” de ostentar actividades delictivas. La autoridad regulatoria BaFin ha enviado a un equipo de inspectores a la matriz del banco para recabar información de los clientes que se presumen vinculados con organizaciones de malhechores, robos y fraude fiscal.

El banco podría verse inmerso en un proceso sancionador por no ser diligente en la gestión de sus clientes problemáticos y no informar de los movimientos de cuentas que estén destinados a financiar delitos. Aunque la multa potencial es ridícula (unos 100.000 euros), el banco se verá obligado a dar información de sus clientes.

Esta misma exigencia se muestra en los trabajos del equipo de auditoría externa, realizada en este caso por Ernst&Young. En este sentido, el banco ha salido al paso de las críticas y ha subrayado su compromiso en la lucha contra el blanqueo de capitales: “Deutsche Bank se toma muy en serio su responsabilidad en el ámbito de la lucha contra el lavado de dinero. Teniendo en cuenta los cambios en la regulación, estamos aplicando nuestras capacidades y mejorando nuestros sistemas constantemente. Trabajamos, además, en estrecha colaboración con los organismos competentes de todo el mundo”.

Las autoridades regulatorias alemanas y de todo el mundo siguen las “recomendaciones” del Grupo de Acción Financiera Internacional GAFI, establecido por el grupo de países del G-20 como instrumento de persecución del fraude fiscal y lavado de dinero. GAFI dicta normas de vigilancia de los bancos y sus clientes a partir de cuentas bancarias superiores a 15.000 euros.

El banco tiene el deber de supervisar los movimientos bancarios de mayor cuantía, especialmente si son poco frecuentes y si están relacionados con sociedades y patrimonios afincados en paraísos fiscales. Clientes con cuentas corrientes superiores a 100.000 euros son convertidos automáticamente en sospechosos y presuntos delincuentes.

Este deber no parece haber sido atendido por parte del Deutsche Bank. Según fuentes policiales, varios casos de fraude fiscal y blanqueo de capitales no han podido ser resueltos en su totalidad por retrasos y deficiencias en la gestión de la información en el banco. En un futuro próximo, al Deutsche no le queda más remedio que realizar cuantiosas derramas destinadas a invertir en nuevos equipos informáticos y sistemas que permitan detectar con más celeridad los movimientos sospechosos bajo su custodia.

Fuente: DWN

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Sobre el autor

Javier Santacruz Cano
Economics Student at Universidad Complutense and Master in Essex.
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