(OroyFinanzas.com) – Las acciones de las compañías mineras de oro están sometidas a un desprestigio similar al que están sufriendo los certificados de oro o los títulos de los fondos cotizados ETF. En general, la cotización de las acciones mineras sobrerreacciona o infrarreacciona ante los movimientos en el precio del oro. Sin embargo, esta evidencia histórica parece quebrarse en este momento. A ello contribuye de forma decisiva la desconfianza de los inversores hacia el oro-papel. Tampoco ayuda la crisis de rentabilidad que está provocando el cierre de diversas explotaciones mineras y la reestructuración de las plantillas.
Históricamente, las compañías mineras cotizadas se han comprado y vendido con un premio sobre el valor presente descontado de la compañía. En virtud de la teoría financiera, el valor de una compañía en Bolsa tiene que ser equivalente al valor presente descontado del flujo de beneficios generados desde el presente hasta el futuro.
En particular, el valor de los activos se corresponde ampliamente con el valor de las reservas de oro extraído. En este sentido, en las últimas dos décadas, el premio sobre el valor del oro en stock ha sido de 1,6.
El proceso de “destrucción creadora” que se inició hace más de un año mantendrá las cotizaciones de las compañías afectadas por debajo de su potencial. No basta con hacer análisis genéricos o meter a todas las mineras en el mismo saco, si bien es cierto que, en términos globales, la amenaza más preocupante es la subida dramática de la curva de costes.
Con base en el análisis realizado el pasado mes de julio por el analista David Davis de SBG Securities, se estima que el 60% de las 30 compañías extractoras más importantes del mundo producen el 45% de la producción total y con unos costes de producción cercanos a 1.500 dólares la onza.
La situación de julio ha mejorado significativamente en los meses de agosto y septiembre. En un análisis pormenorizado de las compañías, podemos observar cómo las más importantes (Barrick Gold, Newmont o IAM Gold) han puesto en marcha diversos planes de reducción de costes y endeudamiento. El mismo David Davis, ante esta situación, ha afirmado que los costes medios se han reducido de 1.500 dólares en julio a 1.300 dólares en septiembre.
La oportunidad de invertir en compañías mineras, en cambio, parece ser la prioridad de muchos otros inversores y analistas. Precisamente, estos analistas han aplicado la separación de compañías, teniendo en cuenta todo lo que afecta a cada una y no al conjunto. Aquí se encuentra el estratega de inversión Peter Major, el cual apuesta por la recuperación de márgenes en las compañías más importantes y la conservación del dividendo en los próximos meses.
Subraya Major que las mineras han aguantado períodos peores en el precio del oro. La depresión en 1933 y la crisis de 1973 no significaron un golpe en la línea de flotación de las mineras. Por ejemplo, las acciones de las compañías sudafricanas en 1973 nunca suspendieron los dividendos, los cuales se situaron en el 8%.
Fuente: Mine Web [1]
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