Las consecuencias para el oro de la guerra por el control del Partido Republicano

Estados Unidos deshaciéndose en reloj de arena con su bandera

(OroyFinanzas.com) – Las negociaciones sobre el techo de deuda de los Estados Unidos y la paralización de la Administración durante once días, han evidenciado los problemas internos en el seno del Partido Republicano. Tras perder las elecciones por segunda vez frente a los demócratas, los republicanos se enfrentan ante una carencia grave de liderazgo, lo que ha dado lugar a la creación de grupos de presión que pelean entre sí para hacerse con el control del partido.

Las disputas internas entre los republicanos poco tienen que ver con las mismas si las trasponemos a los partidos políticos españoles o en general europeos. Los miembros del Partido Republicano poseen un denominador común extraordinariamente sólido, el cual está fundamentado en los principios fundacionales de los Estados Unidos. En este sentido, la discrepancia y los brotes de “guerra interna” provienen de cuestiones que no afectan a los principios básicos del partido, sino a actuaciones políticas concretas destinadas a dar marcha atrás al modelo socializante del presidente Obama.

El debate del presupuesto en el Capitolio y la negociación para aumentar la capacidad de endeudamiento del gobierno hasta febrero ha sido posible por la cesión de los republicanos. Una mayoría cualificada del grupo parlamentario votó a favor de elevar el techo de deuda con el propósito de dar la batalla política durante los próximos meses. Dentro de este grupo se ha erigido como líder el presidente de la Cámara de Representantes –de mayoría republicana– John Boeiner.

Por el contrario, el restante grupo de congresistas y senadores republicanos optaron por llevar hasta sus últimas consecuencias el cierre del gobierno y una posible suspensión de pagos. No les falta razón cuando afirman que el gobierno sólo dará marcha atrás a los programas de gasto e intervención del sector público si se produce un hecho traumático, una barrera contra la que se estrellen Obama y sus medidas estrella, entre ellas la extensión de la cobertura sanitaria conocida como Obamacare.

Este “lobby” republicano cuenta con importantes políticos como el senador por Florida Marco Rubio, la congresista por Minnesota Michele Bachmann –la cual en declaraciones a la Fox aseguró que el día de reapertura del gobierno era un día triste en el que Obama había conseguido el 100% de lo que quería– o el siempre influyente Ron Paul. Bachmann es la político mejor valorada dentro de los votantes republicanos para ocupar el puesto que dejó vacío el senador John McCain, aunque tendrá que hacer frente a otros rivales como el alcalde de Nueva York Michael Bloomberg o el senador Ted Cruz.

Llegados a este punto, conviene revisar la siguiente cuestión: ¿qué tiene que ver el conflicto interno entre los miembros de los Tea Parties y los demás republicanos con el oro? En primer lugar, el efecto inmediato de estas luchas internas es bastante escaso, puesto que una de las decisiones más importantes para el oro en los próximos tiempos escapa del control de los republicanos: el nombramiento de Janet Yellen como nueva presidenta de la Fed.

Sin embargo, en segundo lugar, los efectos serán extraordinariamente importantes. La posición de firmeza o condescendencia de los republicanos ante el manirroto Obama en los próximos meses puede llevar a la administración a un callejón sin salida en el que no le quede más remedio que anular sus planes de extensión de la cobertura sanitaria. La elevación del gasto público y las subidas de impuestos, por el contrario, podría servir de catalizador de la inversión en oro, en el cual los contribuyentes americanos podrán refugiarse de la acción del gabinete Obama.

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Sobre el autor

Javier Santacruz Cano
Economics Student at Universidad Complutense and Master in Essex.
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