(OroyFinanzas.com) – Meses atrás informamos de las investigaciones de las autoridades regulatorias por posibles alteraciones artificiales de los tipos de cambio en determinadas divisas. También hemos informado puntualmente de otros escándalos como el del Libor [1]. En este momento, el nuevo caso se centra en la manipulación de los tipos de cambio focalizada en operadores de la banca en Suiza.
Según las primeras informaciones, un pequeño grupo de “dealers” (operadores por cuenta ajena) ubicado en varios bancos, aunque el principal es la Unión de Bancos Suizos, han pactado precios de los tipos y seguros de cambio durante diez años, desviando rentas a sus bolsillos y procedentes de clientes, inversores, fondos de pensiones y compañías de seguros.
Nada más conocer estas primeras informaciones, la Unión de Bancos Suizos (UBS) ha despedido a dos gerentes en el mercado Forex (mercado de divisas), al responsable de las operaciones al contado en Zúrich y al distribuidor principal en Estados Unidos.
Quizá el movimiento más sorprendente es el realizado por la Autoridad reguladora de los mercados financieros de suiza (FINMA). Con carácter de urgencia, ha iniciado una investigación señalando tanto a UBS como a Credit Suisse como principales involucrados en este escándalo. La Comisión Nacional de la Competencia va más allá y sospecha de la creación de un cártel para sostener precios artificiales en el mercado de divisas.
Estas conductas son muy propias de mercados fuertemente intervenidos, en los que los agentes operadores intentan siempre escapar del regulador. El mercado de divisas mundial [2] está controlado por cuatro bancos, ordenados de menor a mayor cuota de mercado: UBS, Barclays, Citibank y Deutsche Bank. El banco alemán posee un 15% de cuota de mercado, moviendo aproximadamente 4 billones de dólares diarios.
Como en los casos anteriores, el fraude se ha revelado por fallos constantes e imprecisiones en la comunicación de los precios al panel de Reuters. Antes de las 16 horas, hora de Londres, los tipos de cambio deben quedar fijados. Es en momentos anteriores cuando, presuntamente, los precios de las divisas y los seguros de cambio son modificados según el acuerdo al que llegan los operadores.
Los resultados de estas manipulaciones son devastadores. En un mundo en el que el mercado de divisas mueve 13 billones de dólares diarios (aproximadamente el PIB de los Estados Unidos), una modificación de milésimas o millonésimas en el tipo de cambio, ocasionan pérdidas millonarias. Más que el castigo a los operadores defraudadores, debemos revisar el modelo y eliminar de raíz los incentivos a manipular los precios relativos de las divisas.
Fuente: Tages Anzeiger [3]
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