(OroyFinanzas.com) – Poco a poco, los gobernadores de importantes Bancos Centrales van mostrándose favorables, cuando no fervientes partidarios, de una subida de los tipos de interés. En este grupo se encuentran los Bancos Centrales de Canadá, Noruega, Suecia o Filipinas. Estos tres últimos decidieron mantener los tipos de interés a la espera de lo que ocurra con el QE de la Fed.
La situación actual es insostenible a la luz de los datos de precios de diversos activos. Tras seis años de continuas inyecciones de liquidez (y las que queden por llegar en los próximos años), la formación de burbujas en distintos activos es ya un hecho. No sólo puede apreciarse en los precios de la renta variable o en los bonos soberanos; también puede verse en el mercado inmobiliario de Estados Unidos, Alemania, Reino Unido o Nueva Zelanda. La gravedad de la situación en Nueva Zelanda puede verse a través del índice MSCI (índice que mide la evolución el precio de las acciones a nivel mundial), el cual se encuentra en el nivel más alto desde 2007.
Las continuas expansiones de la oferta monetaria sirven, según sus ideólogos, para espantar al fantasma de la deflación. Tras inyectar más de 20 billones de dólares en el sistema, todavía existen analistas que piensan que el verdadero peligro es la deflación. No han reparado en la escalada exponencial de los precios de la vivienda en diversos países, el rally alcista de los principales mercados bursátiles del mundo o el crecimiento del precio de determinados bienes de primera necesidad rondando los dos dígitos.
Otro de los miedos es una posible “salida en falso” de la crisis: “Existe una sospecha en los Bancos Centrales, los cuales están viendo que esto es otra salida en falso de la crisis”, apunta la directora de estudios de la Société Générale, Michala Marcussen. Por ello, los banqueros centrales más importantes prefieren mantener los tipos de interés en niveles cercanos al subsuelo. Probablemente deberían plantearse si no están matando la recuperación económica con su empecinamiento.
Con esta política de los Bancos Centrales, tanto el lobby político como el lobby bancario se muestran encantados: “Si las medidas de flexibilización cuantitativa tenían sentido hace un año, probablemente también lo tengan ahora”, asegura el presidente de Goldman Sachs, Gary D. Cohn. Sin embargo, en muchas ocasiones lo que es bueno para los políticos y banqueros amigos del poder no es bueno para el común de los mortales.
Fuente: Bloomberg
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Me pregunto cuanto aprovechamiento habrá por parte de la banca en aprovechar las desigualdades de información para adquirir bienes durables con crédito a costo casi cero y dinero fiat en expansión interminable. Qué quedará en manos de quien cuando la tendencia cambie…