(OroyFinanzas.com) – En nuestro último artículo habíamos comparado las características que debe cumplir el buen dinero comparándolo con Bitcoin, el oro físico y el dinero papel (dinero fíat como el euro, dólar,..). Conociendo cada una de las características del dinero podemos asignarles las tres funciones del dinero comparando estos tres tipos de moneda.

La pregunta que podría plantearse es: ¿qué bien podría ser considerado como “dinero”? La respuesta es cualquier bien que cumpliera las tres funciones del dinero: Medio de intercambio, Unidad de cuenta y Reserva de valor.

1.- Medio de pago
Para cumplir la función medio de pago, un bien debería tener las siguientes propiedades intrínsecas: homogeneidad (fungibilidad), es decir, unidades idénticas o muy parecidas de tal forma que las unidades sean intercambiables entre sí, transportable por su tamaño y peso pequeños en relación con su valor y divisibilidad en unidades suficientemente pequeñas para poder intercambiar.

Muchas personas consideran a Bitcoin superior frente al oro y frente al dinero fiat papel en lo que respecta a su homogeneidad, su facilidad para ser transportado y su divisibilidad.

La función de medio de pago la pueden cumplir tanto Bitcoin, como el oro físico o el dinero fíat papel. Lo único que necesitan para ser aceptado por todos es ser designados dinero de curso legal como lo es el dinero fíat papel en este momento.

En este momento ni el oro físico ni Bitcoin son medios de intercambio importantes. Es verdad que existe la posibilidad de adquirir bienes o servicios dentro del ecosistema Bitcoin, pero muchas veces los ahorradores de Bitcoin prefieren gastar la moneda mala (Ley de Gresham) como el dinero fíat en vez de sus Bitcoins, además de esperar beneficiarse de las recurrentes burbujas especulativas a las que ha estado sometido el precio del Bitcoin. Lo mismo ocurre en el oro físico y aunque su revalorización en los últimos 13 años ha sido destacable no lo ha sido tanto como para el Bitcoin en los últimos cuatro años.

2.- Unidad de cuenta
Debe ser la unidad de medida en que se expresen los precios de todos los bienes y servicios que haya en la economía; esto se llama ser “bien numerario”. En la actualidad, todos los bienes y servicios que un español quiera comprar están expresados en euros, como antes lo estuvieron en pesetas. Cada economía tiene su propia unidad de cuenta, por ejemplo, en Estados Unidos es el dólar y en Japón, el yen.

De la misma forma que en la función de medio de pago, el estatus de unidad de cuenta se alcanza elevando a una moneda a moneda de curso legal. Cuando un banco central, normalmente influenciados y presionados por los políticos, decide destruir su moneda y no cumplir su mandato de mantener la estabilidad de los precios y por tanto el poder adquisitivo de los ahorradores en su moneda en países como Argentina o Zimbabue la gente recurre a otras monedas como el dólar estadounidense. En Argentina por ejemplo la compra venta de viviendas se cierra en dólares y las hipotecas se financian a plazos muchos más cortos de lo que estamos acostumbrados en países como España.

En algunos países, como en Kenia, el uso de sistemas de pago “virtuales” ya es una realidad, gestionándose a través de M-pesa el 31% del PIB, y se está extendiendo a otros países de África y Asia. El salto a Bitcoin en estas regiones (donde una moneda virtual ofrece ventajas obvias frente al dinero de “curso legal”) no sería descabellado, puesto que la barrera psicológica para la adopción masiva ya está salvada con M-Pesa.

Por lo tanto incluso una moneda de curso legal solo será utilizada como unidad de cuenta mientras las personas confíen en esa moneda para las transacciones comerciales que quieran realizar.

3.- Reserva de valor
Para cumplir la función de depósito de valor, un bien debería tener las siguientes propiedades: durabilidad, es decir, para poder ser un medio de mantener riqueza (ahorro) ha de ser duradero en el tiempo; dificultad de falsificación, ya que, si cualquiera pudiera producir dinero, perdería su valor.

Para ser reserva de valor el dinero también debe ser escaso frente a los bienes y servicios existentes para que pueda tener valor. Para que el dinero sea almacenable debe ser un bien que no se pueda manipular por las personas y por tanto se pueda almacenar durante largos plazos de tiempo y mantenga su valor cuando se quiera utilizar.

La función de reserva de valor es quizás la más importante de las tres funciones del dinero en las que se basan también las otras dos. Ser depósito de valor también es cumplido por otros activos según la perspectiva de cada persona (por ejemplo, algunas piensan que mantener sus ahorros en billetes de euros es mantener el valor), en joyas, en cuentas corrientes (peor que el dinero físico papel), en letras del Tesoro (como parte de la burbuja de la deuda pública), en acciones, en obras de arte u oro físico.

El dinero fíat papel depende completamente de la independencia del banco central y la capacidad de los banqueros centrales de tener la capacidad de mantener la estabilidad de precios evitando grandes oscilaciones en el precio. Como los bancos centrales son los que deciden si sus políticas monetarias son adecuadas para mantener estable el precio pueden utilizar nuevos objetivos como parte de su política monetaria y es muy difícil saber si las decisiones de ese pequeño grupo de personas puede garantizar el valor de nuestros ahorros. La historia de la humanidad ha demostrado que la respuesta a esa pregunta es más bien no.

No hay un banco central en Bitcoin o en oro físico
En Bitcoin no existe una entidad central como un banco o banco central que gestiona en una base de datos única los movimientos del dinero. Tampoco existe un único emisor central del dinero (el que nosotros llamamos dinero fíat o papel) como el Banco Central Europeo – BCE- para el Euro, la Reserva Federal Federal (Federal Reserve) para el dólar estadounidense o el Banco de Inglaterra (Bank of England) para la libra esterlina.

En Bitcoin la emisión de la moneda depende de los mineros que, a través de su poder computacional, organizan la cadena de transacciones (block chain) y reciben Bitcoins como recompensa. Inicialmente la emisión de Bitcoins era democrática porque cualquier persona podía minar Bitcoins con su CPU (o sea un ordenador personal), pero con el paso del tiempo se ha pasado por la GPU, FPGA y ahora mismo los ASICs. Algunas personas ven un problema con Bitcoin por la falta de un proceso democrático de minado como lo había conceptualizado Satoshi Nakamoto. Por eso están cobrando cierta popularidad otras criptomonedas como Litecoin cuyo minado se realiza únicamente con CPUs y GPUs.

El oro físico en cambio no depende de nadie más que de los depósitos que tiene la naturaleza en la tierra, los océanos y en los planetas del espacio. La disponibilidad de oro físico siempre será dependiente de la oferta y demanda por el oro y solamente se irán explorando nuevas minas si es económicamente rentable.

El valor de Bitcoin y el oro físico en el tiempo
El oro ha tenido valor siempre, porque se ha valorado por todas las culturas como un objeto valioso. Además ha mantenido su poder adquisitivo a largo plazo, aunque en el corto plazo su precio puede haber variado mucho. La revalorización explosiva del oro físico sobre todo ocurre en momentos de problemas monetarios fuertes, en los cuales las personas buscan un valor refugio. Por eso el oro cumple muy bien la función de reserva de valor.

Bitcoin es una moneda joven de 4 años de edad y por tanto con unas fluctuaciones altas, como por otra parte es de esperar en cualquier activo en proceso de capitalización, máxime si tenemos en cuenta que Bitcoin se encuentra en su estado de infancia en el cual su ecosistema tiene que madurar mucho más. Por ahora Bitcoin no es una reserva de valor y será su proceso de maduración dentro de su ecosistema el que definirá si tiene una función de reserva de valor. Desde nuestro punto de vista la revalorización especulativa puede durar mucho tiempo todavía con explosiones y colapsos de su valor en relación al dólar y las otras monedas fíat, pero seguimos insistiendo que lo más importante de las criptomonedas no es su potencial de ser una reserva de valor sino su independencia de una entidad central y por lo tanto proporcionando una desintermediación de estructuras oxidadas y corruptas del sistema bancario y de pagos internacional que nos permitirán crear un mundo un poco más libre al ser libre de sus restricciones bancarias y de pagos.

Por lo tanto desde nuestro punto de vista el Bitcoin y el oro físico son primos hermanos con objetivos muy similares que se complementan muy bien para proteger nuestros ahorros a largo plazo en un mundo lleno de incertidumbres económicas y monetarias.

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