El viejo mito de la inflación como catalizador de la expansión económica

(OroyFinanzas.com) – De forma convencional asociamos inflación con períodos de bonanza económica mientras que deflación queda ligada a todo lo contrario como son los períodos de crisis y depresión de la economía. En virtud de este razonamiento, la inflación “moderada” –término cuya definición nunca ha quedado clara por su gran fluctuación a lo largo del tiempo– es un elemento crucial para la consecución de beneficios empresariales y anima a un mayor consumo por parte de las familias.

Este mito, como muchos otros en Economía, tiene mucho de ficción y muy poco de realidad. Hace pocos días, el analista Gene Epstein escribió un demoledor artículo en Barrons desmontando el mito de la inflación beneficiosa para el estímulo de la economía. Para ello, Epstein utiliza uno de los ejemplos más palmarios y más claros a la hora de destruir este mito: la estanflación de los años setenta.

En un entorno en el que predominaba la Curva de Phillips y la política económica keynesiana, los diversos shocks monetarios llevaron a que los precios se dispararan mientras que el desempleo crecía. Esta aberración en términos keynesianos tiró por tierra esas tesis, mostrando que no siempre la inflación es buena para el crecimiento económico.

Si comparamos la ratio de beneficios (beneficios sobre valor añadido bruto) de los años setenta en Estados Unidos hasta la actualidad, podremos observar que en períodos de recesión como el presente, la ratio está muy por encima de la que se registró en los setenta tanto con anterioridad como con posterioridad de la “crisis del petróleo” de 1973. En aquel momento, mientras la inflación medida por el IPC alcanzaba el 12%, la tasa de beneficio era de la misma cuantía. Sin embargo, en el último trimestre publicado de 2013, la tasa de beneficio es del 16% mientras que la inflación de los bienes de consumo apenas alcanza el 2%.

Gráfico: Ratio de beneficio sobre valor añadido bruto en EE.UU (1950-2013)

Evolución de los beneficios (1950-2013)

Fuente: Barrons

A pesar de lo que muestren los datos anteriores, existe un razonamiento más poderoso e intertemporal. La actividad empresarial se mueve por la dinámica del beneficio, no por la dinámica de los precios. Los fundamentales del beneficio no son sólo los precios de los productos, también los precios de las materias primas y los inputs utilizados. Si el precio de los factores de producción se multiplica por dos, los precios de los outputs pueden crecer por encima, igual o por debajo de los precios de los inputs. Por ello, la variable relevante es la diferencia de precios, no el crecimiento de los precios de manera individual.

Dependiendo de cuáles hayan sido los beneficios en los años anteriores, un empresario puede invertir más o menos y tendrá más o menos capacidad de endeudarse para llevar a cabo inversiones. El beneficio empresarial es el principal componente de la capacidad de las empresas para financiarse, denominado “capacidad de autofinanciación” de las empresas. En un entorno de alta inflación, la capacidad de autofinanciación de las empresas se resiente ya que tienen que hacer frente a tasas de descuento mucho mayores para obtener una rentabilidad mínima que supere la inflación.

En suma, tanto con un razonamiento empírico como con un razonamiento de Teoría económica puede verse hasta qué punto el mito de la inflación beneficiosa para el crecimiento no es cierto. No sólo esto es un mito, también lo es la aplicación de políticas inflacionistas para mejorar la renta disponible de las familias. Existen dos efectos, de igual intensidad y de sentido contrario: por ejemplo, una subida de salarios mejora la capacidad adquisitiva, mientras que el coste de la vida se incrementa. A los teóricos de estas recetas inflacionistas olvidan el segundo.

Fuente: Barrons

© OroyFinanzas.com

© OroyFinanzas.com

Sobre el autor

Javier Santacruz Cano
Economics Student at Universidad Complutense and Master in Essex.

1 Comentario en "El viejo mito de la inflación como catalizador de la expansión económica"

  1. Expresa el autor:”La actividad empresarial se mueve por la dinámica del beneficio, no por la dinámica de los precios”. Una gran verdad pero relativa en el actual contexto.El beneficio en grado importante descansa en las rentas producto del dinero ficticio,en la especulación;en el distorsionamiento de los precios de las materias primas y la inflación,en ciertos casos,como el caso de Argentina opera como elemento de expropiación de la renta salarial y de los subsidios a los segmentos más pobres de la población,que se ven obligados a consumir la totalidad de las mismas en el mercado,aceptando el valor de la oferta sin posibilidad alguna de defensa.
    En este esquema,al que hay que agregar la faz tecnológica hay que redefinir que se entiende por crecimiento y que sería inversión.La economía clásica no puede dar respuestas teóricas sustentables en este tema.Respetuosamente.RedC.

Comments are closed.

mencionado en: