(OroyFinanzas.com) – El BaFin advierte de que la manipulación en los metales preciosos sería peor que el escándalo del Libor. Así de contundente es el regulador de los mercados financieros en Alemania BaFin ante los posibles indicios de manipulación en la fijación de precios en los mercados de metales básicos y preciosos. Hasta ahora, el escándalo del Libor [1] es el más importante de la Historia, cifrado en 6.000 millones de dólares.
El BaFin subraya la dificultad de investigar este tipo de fraudes de mercado nacidos de pactos colusorios entre agentes operativos de bancos y fondos de inversión. La importancia, además, de este caso es extraordinaria aunque los medios no den demasiada cobertura: “es particularmente serio porque este tipo de valores están basados en mercados muy líquidos y no nacen de estimaciones de los bancos”, dice el presidente del BaFin, Elke Koenig en un discurso pronunciado ayer en Frankfurt.
Las declaraciones de Koenig no tienen parangón. Hasta ahora, lo poco que podía conocerse cuando se estaba investigando un caso de manipulación era alguna filtración. Sin embargo, de forma pública y sin ambages, el regulador alemán ejerce presión sobre otras autoridades como la Comisaría de la Competencia de Europa (encabezada por el español Joaquín Almunia) para aclarar este asunto.
Además de la manipulación de los metales preciosos, las pesquisas se extienden al mercado FOREX, donde también podría haberse producido alteraciones artificiales de los precios de las divisas. A este respecto, doce han sido las compañías bancarias y no bancarias llamadas a declarar y trece los operadores de mercado suspendidos de empleo y sueldo, cuando no despedidos.
Las autoridades como BaFin o los reguladores de Gran Bretaña, Suiza y Estados Unidos [2] están prestando particular atención en los chats que usan los traders para comunicarse entre sí y en los cuales, presuntamente, se encontrarían las órdenes de rebaja artificial de pujas y precios de compraventa.
En suma, la manipulación de los precios de los metales preciosos y los tipos de cambio internacionales, de probarse, supondría el mayor escándalo de manipulación de la historia de los mercados. Es ciertamente difícil probar una manipulación de este calibre, aunque bastaría con una identificación parcial de sus protagonistas para reformar la fuente de estos males: la excesiva regulación y la generación de incentivos favorables a la manipulación.
Fuente: Bloomberg [3]
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