(OroyFinanzas.com) – En la apertura de la sesión en los mercados asiáticos de ayer se conoció el default de una nueva compañía china, en este caso perteneciente al ramo de los materiales de construcción. La compañía, denominada Xuzhou Zhongsen Tonghao, no ha podido hacer frente al pago del cupón de una emisión de deuda por un importe de 180 millones de yuanes o, lo que es lo mismo, 29 millones de dólares.
La emisión objeto de default era, según la información aportada por el diario Century Business Herald, de unos bonos con un cupón del 10% anual pagadero el 28 de marzo pasado. En total, el pago de intereses debería haberse hecho por un importe de 18 millones de yuanes. En este sentido, dadas las características de la empresa, su situación patrimonial y la elevada rentabilidad del bono, esta emisión entra dentro de la categoría “high-yield”.
El avalista de Xuzhou Zhongsen, filial de Zhongsen Tonghao, es la compañía Sino-Capital Guaranty Trust, la cual debe poner en marcha el mecanismo de avales. Los acreedores pedirán, ahora, la ejecución del aval y Sino-Capital tendrá que hacer frente al pago de intereses del bono en default.
Con esta es la tercera quiebra empresarial en el mercado chino en los últimos meses. [1] La primera en el sector fotovoltaico y la segunda en el mercado inmobiliario [2], abrieron el proceso de “quiebras controladas” de empresas cuyo nivel de deuda sobre recursos propios es insostenible sin la inyección continua de liquidez de los bancos acreedores. El gobierno chino tiene una apuesta decidida por la “limpieza” de aquellas compañías insostenibles y carentes de rentabilidad.
La economía de China se encuentra en pleno proceso de ajuste de malas inversiones, proyectos cuya rentabilidad está muy por debajo del coste de capital y el abandono de políticas y acuerdos firmados con las élites locales, las cuales condicionan el desarrollo de las regiones que gobiernan en un entorno de corrupción institucionalizada.
Este proceso de “quiebras controladas” está más que descontado en los mercados [3]. Los inversores, tras las primeras quiebras y los reiterados anuncios por parte de las autoridades chinas, reaccionaron al principio con caídas en los principales mercados ya que sigue existiendo cierto temor por el enfriamiento económico en mercados como el de las materias primas. Ayer, el índice Shanghái Composite subió un 0,7%.
Tal como comentamos hace unas semanas en estas mismas páginas, existe una lista de casi 300 empresas con una deuda sobre recursos propios mayor de 2. Si atendemos a otros criterios más allá de la elevada deuda, la lista de compañías que podrían quebrar en los próximos meses se elevaría a 2.600 según advierten los analistas de Reuters.
Fuente: Reuters [4]
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