(OroyFinanzas.com) – Uno de los ejercicios más comunes en la investigación del mercado del oro es acudir a una serie de ratios o múltiplos que relacionan las cotizaciones del oro con respecto a otras commodities, índices o divisas a lo largo de las décadas. Desde 1970, la evolución de indicadores como la ratio oro-plata, oro-petróleo Texas u oro-Dow Jones han marcado las expectativas de los agentes.
Sin embargo, no debemos perder de vista que los números de los años setenta son completamente distintos a los actuales. En los últimos cuarenta años, el mercado ha sufrido profundos y radicales cambios institucionales, los cuales invalidan una comparación homogénea entre la ratio oro-plata en 1980 y la actual. En este sentido, debemos ser prudentes a la hora de hacer comparativas.
Tras una corrección tan intensa como la de 2013, es de esperar que el precio del oro rebote en 2014. Según muestran varias experiencias históricas como es el caso de 1974-1976, el rebote sería muy intenso. Entre marzo y octubre de 2008 el precio se revalorizó un 396% tras una caída anterior cercana al 30%. Obviamente, las circunstancias históricas no son las mismas ni tampoco la situación de mercado.
A pesar de la volatilidad a corto plazo, los propietarios de oro a largo plazo pueden estar tranquilos con la revalorización de su inversión. Incluso en períodos de deflación, el oro bate en rentabilidad a todos los demás activos tal como muestran otras experiencias históricas.
En este momento, la ratio oro-plata se sitúa en 65,84, lejos de los máximos alcanzados en 2008 en 83,73 y los mínimos en octubre de 2010 con 31,68. La ratio oro-petróleo está a 12,9 barriles por onza lejos del pico que marcó en febrero de 2009 con 24,31 y, por último, la ratio oro-Dow Jones en 12,86. La proximidad a máximos históricos del Dow Jones hace que este índice esté en subida libre desde 6,94 que marcó en agosto de 2011.
Fuente: Finews.ch
© OroyFinanzas.com