(OroyFinanzas.com) – Los fondos cotizados cuyos títulos están respaldados en oro –conocidos como Exchange Traded Products o ETP– siguen atravesando un momento difícil tras la venta masiva de títulos en el año 2013 y la caída de los precios del oro continuada desde 2011. Con anterioridad, tanto los precios a los que cotizaban sus “papeles” como la cifra de reservas servían como predictores de la evolución futura de los precios del oro. Sin embargo, esta capacidad se está viendo seriamente perjudicada.
En términos empíricos, observamos cómo la evolución de los precios de los títulos de ETPs es exactamente opuesta a la evolución de los precios de los futuros de oro en el mercado de Nueva York. En las últimas cinco semanas, la correlación entre estos dos elementos es prácticamente de 1 a 1 pero en sentido contrario. En este sentido, este hecho rompe con la regularidad empírica que se observaba desde 2004, lo cual hace que los inversores entren en desconcierto.
La inundación de liquidez en los mercados financieros y las expectativas de aún más liquidez, están anestesiando la evolución de los principales índices y también del oro. Indicadores como el famoso “índice del miedo”, el VIX, parecen responder a otras cosas más que a los movimientos de mercado, con un índice S&P 500 en máximos históricos pero que, a la vez, cosecha los volúmenes más bajos de toda la negociación anual hasta la fecha.
Los Bancos Centrales han conseguido dominar a los inversores. Cualquier paso en falso de la Fed, el Banco de Japón o del Banco Central Europeo (BCE) provoca movimientos tanto al alza como a la baja en cuestión de segundos, demostrando la absoluta dependencia de los mercados de la máquina de hacer dinero. Por ello, la cotización del oro lejos de reaccionar, se mantiene en posiciones incluso de tendencia bajista a medio plazo, mientras los inventarios de los ETPs siguen cayendo hasta los 71.000 millones de dólares.
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