(OroyFinanzas.com) – El precio del oro se mueve en entornos muy estrechos pero a la baja desde la apertura de sesión en los mercados asiáticos. Con toda probabilidad, nos enfrentamos a una nueva semana de caídas en la onza de oro, la cual está pulverizando todas las ganancias acumuladas desde principios de año, las cuales llegaron a alcanzar en julio un 12%.
Uno de los mejores indicadores en este sentido es el sentimiento bajista y la retirada de posiciones largas por parte de los inversores institucionales y, muy especialmente, los fondos de inversión libre (hedge funds). Sus inversiones en fondos cotizados ETF de oro han caído de una forma muy notable haciendo que el valor conjunto de estos vehículos de inversión caiga en 7.160 millones de dólares según los datos recogidos por Bloomberg.
En términos de cantidad, estos inversores han vendido 17,88 toneladas de oro a través de oro-papel emitido por los ETPs (siglas de Exchange Traded Funds o fondos cotizados). En este sentido, la cantidad de inventarios de los fondos cotizados se encuentra en mínimos de cinco años, mientras los precios se encuentran en mínimos de ocho meses.
La situación bajista del oro puede verse también desde otra perspectiva: los inversores siguen apostando por la renta variable americana, con un Standard&Poor’s 500 en el entorno de máximos históricos y un dólar que se fortalece de una forma importante respecto al euro (tipo de cambio en el entorno de 1,2850 unidades). Las claves del poco atractivo aparente del oro las encontramos en los siguientes puntos: 1) No existen presiones inflacionarias en el medio plazo, con unas expectativas de inflación en mínimos históricos, 2) Próxima subida de los tipos de interés en Estados Unidos y 3) La demanda no está creciendo de forma significativa en Asia, motor desde hace un año y medio del mercado.
Con esta situación, a la cotización del oro le queda un largo camino de estancamiento y presiones bajistas, aunque bien saben aquellos que se fijan en valor que la economía mundial preocupa de una forma significativa y que, por tanto, se necesitan coberturas y refugios para conservar el valor del patrimonio.
Fuente: Bloomberg [1]
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