(OroyFinanzas.com) – Erik Brynjolfsson y Andrew McAfee publicaron en enero su libro “The Second Machine Age [1]. Work, Progress, and Prosperity in a time of brilliant technologies” (en inglés). Ambos son especialistas en nuevas tecnologías y desarrollan su actividad profesional en el MIT.
En el libro los autores describen los cambios vertiginosos que está sufriendo la economía actual, debido al rapidísimo desarrollo tecnológico. Así como en el siglo XVIII y XIX la Revolución Industrial fue posible gracias al control por el hombre de sistemas mecánicos y eléctricos, en la actualidad estaríamos viviendo una Segunda Revolución, esta vez debida a las posibilidades de computación informática y a la conexión en la Red de cada vez más máquinas. Asistimos a una auténtica robotización de nuestro entorno a gran velocidad.
Robots más inteligentes que el hombre
Desde que el ajedrecista Gary Kasparov fue derrotado por el ordenador Deep Blue en 1997 [2], los robots han ido realizando cada vez más actividades que nos parecían exclusivamente humanas: gestión integral [3] de almacenes, conducción de coches [4], traducciones [5], composiciones artísticas [6], periodismo [7], ganar concursos de cultura general [8] e incluso mantener relaciones [9]. Vemos cómo actividades que hace poco nos parecían imposibles para robots son ya realizadas completamente por ellos.
Los robots ya no están únicamente en las novelas de Isaac Asimov [10], son ya parte de nuestra vida [11]. La distancia lo humano y el robot es cada vez menor [12].
¿A qué se debe esta Segunda Revolución?
Los autores explican en el libro los tres factores cuya conjunción nos ha llevado a la explosión tecnológica actual:
- Capacidad de computación. Los ordenadores son capaces de calcular cada vez más rápido [13], lo que hace posible resolver problemas antes considerados inabordables, tanto en la resolución de problemas científicos como en su aplicación tecnológica. Un programa estándar de ajedrez de 2014 tiene el nivel que en 1997 únicamente tenía Deep Blue.
- Digitalización. Toda la información está hoy en día digitalizada: libros, documentos, gráficos, música,… Ello permite su transporte instantáneo a través de Internet, así como su copia y almacenamiento sin apenas coste. Pero no sólo eso, sobre la información digitalizada es posible aplicar toda la capacidad de computación del punto anterior, lo que amplía los horizontes de la automatización.
- Innovación en áreas de propósito general. Con los dos ingredientes anteriores, es posible la innovación no sólo en áreas propias de tecnologías específicas, sino de propósito general. Ello hace que todas las actividades económicas se vean afectadas por estas nuevas tecnologías. Los buscadores como Google y su Google Analytics [14] no son útiles únicamente para el personal del mundo informático, sino a potenciales compradores y vendedores de cualquier cosa. Es decir, a todo el mundo.
Según los autores, en las décadas anteriores estos tres factores han ido madurando, hasta llegar al estado actual, en el que su combinación está produciendo una auténtica explosión en la automatización y robotización en nuestras vidas, especialmente en los ámbitos relativos a la producción.
Influencia en nuestras vidas
Este aumento exponencial en la producción traerá cambios radicales, que tendrán consecuencias importantes en nuestras vidas.
La primera consecuencia será la abundancia de bienes y servicios a bajo coste, así como desarrollo de nuevos bienes y servicios, que nos harán la vida más fácil, más cómoda y más segura. Por ese motivo, esta Segunda Revolución es bienvenida. Como dicen los autores en el título del libro, será una época de “progreso y prosperidad” que supondrá un gran aumento del PIB.
Sin embargo, otra consecuencia evidente es que el trabajo que se automatice será trabajo que dejaremos de hacer los humanos: los robots destruyen puestos de trabajo. Ello no es nuevo, también en la Revolución Industrial las máquinas hacían presdindible el trabajo humano, con el consiguiente aumento del desempleo en amplios sectores de la población.
En aquel caso, la abundancia a cambio de desempleo no se resolvió con las acciones luditas [15] ni con políticas marxistas, sino con el desarrollo en el mercado del sector terciario. Todo un sector de servicios que ocupa hoy en día a la mayor parte de la población, y que ahora también se ve amenazado por la automatización y el robot.
Con la llegada de los robots, todavía no está claro qué solución se encontrará para que se puedan ganar la vida todos aquellos trabajadores a quienes el robot les arrebate su actual trabajo. ¿Sabremos encontrarla?
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