(OroyFinanzas.com) – En nuestros dos primeros artículos explicamos el origen del sistema del petrodólar y los retos que ha habido al petrodólar hasta la actualidad. En este tercer y último capítulo exploramos las alternativas que tiene la economía mundial si fuera a colapsar el sistema del petrodólar.
En la primera mitad de la década de 1980, el dólar se apreció hasta el punto de que los exportadores estadounidenses estaban pasándolo muy mal. Las fuerzas impulsoras detrás del dólar excesivamente fuertes eran el propio sistema del petrodólar y los altos tipos de interés. A través de una campaña concertada de protestas y lobbying, los exportadores, finalmente, estimularon a la Casa Blanca a hacer algo. Los ministros de Finanzas de las economías líderes mundiales, se reunieron en el Hotel Plaza de la ciudad de Nueva York en septiembre de 1985. Llegaron a un acuerdo: actuar de forma concertada para provocar una caída controlada del valor del dólar.
Esto se haría mediante la intervención activa en los mercados de divisas de todo el mundo. El acuerdo se conoce como el Plaza Accord. Durante los próximos dos años las cosas no salieron exactamente como estaba previsto, pero lograron su objetivo principal, una significativa devaluación del dólar frente a sus principales competidores extranjeros. El punto crucial es que este acuerdo no se hizo en secreto, no se hizo a puerta cerrada. Sus intenciones fueron anunciadas con antelación y lo llevaron a cabo de manera ordenada y de tal manera que no hubiera un pánico financiero en los mercados mundiales. Sin embargo, este método particular de devaluación sólo era posible para el dólar, simplemente debido a su posición única como moneda de reserva del mundo. No es así para otros países y sus monedas.
El dólar se sostiene por el petrodólar
El sistema del petrodólar está empezando a desmoronarse. Los Estados Unidos están en quiebra y ha sido así durante mucho tiempo. La única razón por la que los extranjeros continúan prestando, es debido al sistema del petrodólar. Pero cuanto más este sistema se debilite, mayor es la presión y más baja el dólar y cuanto más cerca, los Estados Unidos estarán de la crisis tardía de deuda soberana. Tal crisis ocurre cuando un gobierno no puede pagar sus deudas a los prestamistas extranjeros. Para hacer frente a la situación, los gobiernos tienen algunas opciones, pero casi siempre optan por el impago. Esto significa que los prestamistas generalmente no conseguirán todo su dinero, en algunos casos no consiguen nada. Además, si los gobiernos eligen la opción del impago, los acreedores no pueden recurrir a la ley. Deberán asumir cualquier pérdida. ¿De qué forma se toma la opción por impago?, depende de las circunstancias y de los acuerdos vigentes, si los hubiera, que se alcanzan. Por ejemplo, un país podría optar por rechazar toda o parte de la deuda. Alternativamente, pueden optar por reestructurar sus deudas de alguna manera a través de la devaluación, la alteración de los términos y condiciones, o alguna combinación de los mismos.
El número de países que se han encontrado en esta situación en los últimos cien años es bastante asombrosa. Los campeones son los países que componen el Centro y Sur de América. Se puede decir que estos países no han desaparecido, todavía están con nosotros, pero todos tuvieron que enfrentar las consecuencias de esos impagos. No menos importante el paso inmediato a la recesión que siguió y el hecho de que los inversores siempre se lo van a pensar dos veces antes de prestar dinero de nuevo a ese país. Sin embargo, el hecho es que de una forma u otra, estos países siguieron ese camino.
Estados Unidos sigue siendo de lejos la economía más poderosa del planeta. También es el mayor consumidor mundial. Para decirlo sin rodeos, si la economía estadounidense colapsa todas las demás se verán afectadas. El incumplimiento por parte de los Estados Unidos no es una opción, no está en el interés económico de nadie que suceda eso. Por tanto, la tendencia a la baja en el dólar debe gestionarse de tal manera que asegure que no haya un colapso repentino. Lo que nos lleva de vuelta al Plaza Accord.
¿Se puede hacer de nuevo? De acuerdo, que fue hace mucho tiempo. Y sí, las razones son muy diferentes esta vez para frenar la caída del dólar, y no puede llevarse a cabo. Además, han pasado muchas cosas desde entonces hasta ahora, por lo que muchas cosas han cambiado mucho, no menos importante el ascenso económico de China. Pero, ¿qué otra opción hay? Primero. Si fuera posible gestionar de nuevo una caída controlada en el dólar, ¿sería esto suficiente para evitar el desastre? No por sí mismo, es una condición necesaria pero no suficiente. Otras cosas tienen que estar pasando al mismo tiempo, que trabajen juntos para reducir el tamaño total de la deuda, a un nivel que sea al menos manejable.
En segundo lugar. Si el sistema del petrodólar colapsa y el papel moneda del dólar como moneda de reserva se erosiona, ¿que surgirá para reemplazarlo?
Los acuerdos bilaterales de swaps de divisas (currency swap agreements) como solución a corto
A corto y mediano plazo, los acuerdos bilaterales de swaps de divisas pueden convertirse en algo un poco más ambicioso, tal vez parecido a una idea sugerida por Lord Keynes en Bretton Woods, el Bancor y tal vez, por un tiempo, variaciones sobre éste que operará en una base regional. ¿O quién sabe si un sistema basado en el oro?
Chris Lancy
Fuente: American Daily Herald
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