(OroyFinanzas.com) – Turquía ha experimentado una notable mejora en su balanza comercial, sobre todo por la venta de oro y, en menor medida por el desplome de los precios del petróleo. Importador histórico de oro no está nada claro a dónde van dirigidas ahora sus ventas aunque Irán aparece como el candidato más propicio.
La balanza comercial de Turquía -uno de los pocos puntos de consuelo a los que se puede acoger el país con el peor rendimiento de bonos del mercado este año-, podría no ser tan positiva como los datos muestran. Según recientes datos hechos públicos por el gobierno, son las exportaciones de oro las responsables de que se haya reducido en un 70% la brecha existente en cuenta corriente. Y eso que el país no tiene unas reservas significativas del metal aunque ha sido importador neto de oro 28 de los últimos 30 años. En 2012, se convirtió en exportador neto, debido al pago por el gas iraní realizado en metales preciosos, como forma de eludir las sanciones internacionales impuestas a los persas y que pronto verán su fin.
Entonces, este salto repentino de las exportaciones de oro netas de Turquía fue objeto de una investigación policial que involucró a un comerciante de oro iraní llamado Riza Sarraf que fue acusado de sobornar a ex miembros del gobierno para facilitar el comercio de oro por un valor de 12 mil millones de dólares. Las acusaciones contra Sarraf fueron calificados por el gobierno turco como un complot extranjero para derrocar a Tayyip Erdogan, actual presidente de la república. Todos los cargos fueron retirados pasado un tiempo.
Turquía padece una desaceleración del crecimiento económico y, por otro lado, una aceleración de la inflación. Los bonos estatales, negociados a 10 años, han tenido que mejorar sus rendimientos para los inversores. En este sentido lidera esta lista de 24 países emergentes, seguidos por Bloomberg, en lo que llevamos de año.
Para Nicholas Spiro, director general de Estrategia Spiro Sovereign, “lo preocupante es que la reducción del déficit se debe a las exportaciones de oro” y añade que todo lo relacionado con estas operaciones no son muy transparentes”. Eso sí, “Irán es claramente el principal sospechoso”, apunta.
Según datos del banco central turco, las exportaciones de oro netas durante los dos primeros meses de 2015 ascendieron a 2.580 millones, una cifra notablemente superior de los 398 millones declarados un año antes. A pesar de todo, el déficit comercial turco señala unos números rojos de 5.700 millones para este mismo período. La entidad monetaria también admite que sus reservas han disminuido un 3% desde finales de 2014, para situarse en los 19.500 millones de dólares. Así que el oro que va camino de Irán no parece salir de las bóvedas del banco central. Además de la venta de oro, el desplome de los precios del petróleo también ha ayudado a mejorar el balance turco.
Sin embargo, el futuro de la economía de Turquía no es nada halagüeño y la situación política no ayuda a los mercados. Los ataques políticos dirigidos por Erdogan contra la política económica del Banco Central contribuyeron a una venta masiva de bonos a dos años. En estos días, los rendimientos de estos mismos bonos a dos años han experimentado un aumento de cuatro puntos básicos, situando el rendimiento en el 8,89%. El tipo del bono a 10 años también ha subido, el pasado lunes, otros 10 puntos básicos, para situarse en el 8,55%. Y si finalmente la FED sube los tipos de interés, la situación puede agravarse.
Para Ipek Ozkardeskaya, analista de mercado de London Capital Group, los buenos números publicados sobre la balanza comercial podría no mantenerse, por la dependencia que tiene las exportaciones de oro. “La cantidad de las exportaciones de oro, citados en la balanza por cuenta corriente, no se basan en la realidad” y, por eso, cree “que las exportaciones de oro y su impacto excesivo en la balanza de cuenta corriente”, serán también el motivo del fracaso de esta tendencia positiva.
Fuente: Bloomberg
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