¿Una moneda sin respaldo de un Banco Central?: el extraño caso de los dinares iraquíes suizos

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(OroyFinanzas.com) – Los conocidos como “dinares suizos” circularon en el norte de Irak entre 1993 y 2004, a pesar de haber sido desmonetizadas y repudiados por su propia entidad emisora, el Banco Central de Iraq (CBI). Entonces, ¿por qué este tipo de monedas mantienen su valor si no existe un autoridad monetaria detrás? Y lo más importante, ¿qué le otorga, al llamado dinero fiat un valor positivo? Ayer publicamos un artículo sobre el extraño caso del chelín somalí donde se señalaba que, a pesar de que el banco central de Somalia fue saqueado en 1991 -y dejó de funcionar a partir de entonces-, los chelines somalíes, huérfanos de institución central, continuaron circulando, y lo hacen en la actualidad.

Tras la invasión de Irak a Kuwait y la posterior victoria de los aliados, el presidente George Bush -padre- retiró las tropas estadounidenses de Irak, dejando intacto el régimen de Saddam. Es la conocida como primera Guerra del Golfo de principios de los años 90.

Sin embargo, la derrota iraquí vino acompañada por una amplia gama de sanciones económicas de la ONU. Debido a los embargos, el Banco Central de Iraq (CBI) ya no podía importar papel -para imprimir moneda- de su suministrador habitual, la empresa británica De La Rue PLC. Ante esta contrariedad, Saddam comenzó a imprimir dinares con una impresora de procedencia china.

Curiosamente, a estos nuevos billetes “Saddam” no se les otorgaba el mismo valor que los dinares emitidos antes de la guerra, aplicándoseles descuentos. En mayo de 1992, los billetes más veteranos -emitidos antes de la guerra- elevaron su valor a aproximadamente 3 centavos de dólar, mientras que los más nuevos cotizaban a 1 sólo centavo. Una situación muy extraña si se piensa en ella. Canadá, por ejemplo, recientemente emitió dinero de plástico. Un dinero, el de plástico, que circula y convive al mismo nivel que el dinero de papel. Si uno valiese menos que el otro, sentiríamos algo parecido a lo que experimentaron los iraquíes en la década de 1990: un emisor, un dinar, pero con dos valores diferentes.

¿Por qué hay dos precios para una misma moneda en Irak?

Existen teorías distintas que discrepan en torno a por qué surgen dos precios del dinar. La más argumentada incide en que la mala calidad del dinero papel de la posguerra facilitaba su falsificación. Carecían de una marca de agua, fabricados con un papel muy fino eran fácilmente rompibles, y la tinta no era la idónea. Los billetes de antes de la guerra, por el contrario, habían sido impresos por De La Rue con la tecnología más moderna. Así que los comerciantes aplicaban un descuento al dinero nuevo por temor a aceptar falsificaciones.

Los billetes emitidos antes de la guerra por De La Rue, se conocen como “dinares suizos”. King afirma que este nombre se debe al hecho de que las placas de impresión de De La Rue se fabrican en Suiza. Foote tiene otra teoría, que el dinar iraquí, históricamente una moneda estable, ha sido considerada como el franco suizo del Medio Oriente.

En cualquier caso, el régimen de Saddam decidió en 1993 deshacerse de este anómalo sistema dual de precios terminando con el dinar suizo. Varios motivos justifican esta decisión.  Primero, el descuento que aplica el mercado sobre la moneda de la posguerra pone de manifiesto la debilidad del régimen. Y como no era posible mejorar la calidad de los billetes pues la única solución era eliminar los dinares con “apellido” suizo.

En segundo lugar, este sistema dual limitaba la capacidad del gobierno para intervenir en la política monetaria. La existencia del dinar suizo lo convertía en alternativa y, por tanto, significaba la posibilidad de elegir divisa para actuar en el mercado. Así, el mercado prefería dinares suizos para establecer el precio de los suministros antes que la nueva moneda de la posguerra, impresa, además, en grandes cantidades. Esta situación limitaba el poder del CBI para imprimir dinero y pagar las cuentas de Saddam. Para hacernos una idea, es una situación similar a un sistema parcialmente dolarizado -pero con el dinar suizo en lugar del dólar-.

En tercer lugar, la existencia de múltiples precios habría hecho transacciones y los cálculos más complicados. Sin el dinar suizo, este problema desaparece.

Saddam Hussein se deshizo del dinar suizo de forma calculada para rentabilizar al máximo la operación. El 5 de mayo de 1993, el régimen anunció que todos los dinares suizos tendrían que ser cambiados, en el CBI, por su equivalente en moneda de la posguerra. Y en seis días, hasta el 10 de mayo de 1993. Finalizado el plazo, el CBI no cambiaría los dinares suizos. De esta forma, y gracias a que los dinares suizos tenían una prima del mercado sobre los nuevos billetes, el CBI ingresaba billetes sobrevaluados y entregaba otros devaluados, con el consiguiente beneficio.

La decisión de Saddam tenía una segunda parte, dirigida a los “mercenarios” del dinar suizo. Un gran porcentaje de estos billetes eran propiedad de jordanos que hicieron negocios en Irak, como emiratíes, palestinos y Kuwaitis. Los dinares suizos también circulaban en el norte de Irak, entre la comunidad kurda. Así que Saddam cerró la frontera durante el período de cambio -esos seis días- para evitar que extranjeros y los kurdos pudieran cambiar sus dinares suizos. El resultado fue el esperado, una enorme cantidad de billetes antiguos, nunca llegaron a convertirse en nuevos dinares de Saddam. Así, los pasivos del CBI se redujeron drásticamente, dejando su balance aseado y listo para una orgía de financiación monetaria. Para 1994, la inflación iraquí había alcanzado el 500% año.

Pero algo extraño sucedió. A pesar de la operación del CBI, los dinares suizos no llegaron a perder su valor. Junto a los dólares estadounidenses, siguieron utilizándose como un medio para el intercambio en el norte de Irak. El gobierno kurdo no imprimió nuevos billetes y permitió que siguieran siendo utilizado para establecer las ofertas, situaciones que ayudaron a mantener el precio. En la década de 1990 y principios de 2000, el valor del dinar suizo aumentó de valor 2-3 veces sobre el precio de dinares de Saddam alcanzando la mayor revalorización en 2003.

Una moneda sin respaldo oficial pero valorada por el mercado en Irak

¿Cómo puede tener valor una moneda huérfana? Una posibilidad es que los kurdos, a pesar de la falta de respaldo de los billetes, experimentaron una demanda de la moneda como tal, y convertieron la necesidad en virtud. El problema de esta explicación es que si la demanda de moneda se satisface tan fácilmente, con unos papeles coloreados sin respaldo, ¿por qué  las empresas y los consumidores kurdos no crearon también papelitos similares? y además obtienen grandes beneficios. Un banco central es capaz de preservar el monopolio monetario pero una institución así no existía por entonces en el norte de Irak.

Otra explicación sugiere que los kurdos pudieran reclamar la paternidad de esta moneda en el futuro. Si el norte de Irak se transformara en un Estado soberano, el nuevo banco central kurdo probablemente adoptaría el dinar suizo como moneda de su responsabilidad.

Efectivamente, la recuperación de dinares suizos ocurrió, aunque no a través de un estado kurdo independiente. Como todos sabemos, los EE.UU. invadieron Irak -en la conocida como segunda Guerra del Golfo- en marzo de 2003. El 7 de julio de 2003, el jefe de la Autoridad Provisional de la Coalición, Paul Bremer, anunció una nueva moneda para el mes de octubre. Ambos dinares, los emitidos en periodo de posguerra por Saddam y los dinares suizos serían intercambiables con estos nuevos dinares. Y así terminó la orfandad de una década de los dinares suizos. De nuevo, estos billetes eran responsabilidad de un banco central.

Mervyn King ofrece un relato particularmente detallado al respecto. A partir de 2002, la especulación en relación con la invasión estadounidense de Irak comenzó a aumentar. Coincidiendo con el aumento de los tambores de guerra, el dinar suizo pasó de cotizarse a 18 dinares por dólar, en Mayo de 2002, hasta los 6 dinares, un año después. Según King, “este mercado alcista del dinar era la manifestación de las expectativas de una invasión estadounidense. Hecho que reforzaba idea de una independencia del Estado kurdo, como una nueva institución monetaria en Irak favorable a respaldar otra vez el valor del dinar suizo”.

El gobierno kurdo, descontentos con la deflación generada en el dinar suizo, hizo todo lo posible para combatir su efecto en la economía. Comenzaron a pagar una mayor proporción de empleados públicos en dólares y trataron de persuadir a los especuladores de divisas.

Foote señala la otra cara de la apreciación del dinar suizo, la depreciación de los dinares de Saddam. Estos billetes se ilustraban con un Saddam Hussein sonriente, así que no era muy probable que siguieran en curso tras una victoria estadounidense. Una posibilidad que ya habían experimentado sólo diez años antes, cuando el propio Saddam se deshizo de los dinares suizos. A diferencia del gobierno kurdo, que intentaba devaluar los dinares suizos, mediante el pago de los trabajadores públicos en dólares, la Coalición vencedora actuó en otra dirección. Trató de aliviar los temores relativos a los dinares Saddam, pagando los salarios a los funcionarios iraquíes con esta moneda. Una decisión que escenificaba la pervivencia de los billetes de Saddam en el futuro, revalorizando, así, su valor.

Curiosamente, ambas intervenciones condimentan la historia. En el caso del dinar suizo, el apoyo gubernamental no es en absoluto necesario para una moneda tenga valor positivo. La aparición de fenómenos monetarios no requiere de un Estado o institución financiera como requisito previo. Lo que no quiere decir que los gobiernos no pueden influir en ese valor, mostrando su apoyo o desafección sobre una divisa.

El precio de conversión final se fijó en 150 dinares de Saddam por 1 dinar suizo. El proceso de conversión se inició en octubre de 2003 y finalizó en enero de 2004. Finalizaba así uno de los momentos más extraños de la historia monetaria. Sin embargo, las razones exactas por las que aún continúan circulando en el mercado los dinares suizos, a pesar de no contar con ningún respaldo, son casi imposible de conocerlas. Existen teorías al respecto pero no son concluyentes.

La poca información que ha encontrado el autor sobre el dinar suizo proviene de un documento de 2004, del entonces gobernador del Banco de Inglaterra, Mervyn King. De un breve artículo publicado en el New York Times, por Hal Varian, y de otro artículo firmado por Foote, Block, Crane y Gray sobre la política económica en Irak. Se ha completado con noticias y rumores encontradas en periódicos y sitios web relacionados con la numismática.

Fuente: MoneyNess

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