(OroyFinanzas.com) – La burbuja de la renta variable china ha estallado y la situación dista mucho de resolverse, en vista de los nulos resultados que están teniendo las medidas de contención tomadas en los últimos días por Pekín. Las consecuencias del desplome de la bolsa del gigante asiático son dramáticas: los inversores están atrapados en un 72% de los valores que, a día de hoy, ya no cotizan.
Según explica Bloomberg, en la sesión de hoy un total de 747 compañías han sido suspendidas de forma automática al superar sus pérdidas a la variación máxima permitida, del 10%. La cifra impresiona, pero lo hace aún más si se suma al cómputo de firmas que están fuera de los dos principales parqués chinos (Shanghái y Shenzen) hasta ahora y que asciende a 1.331 empresas. Esto supone que se ha paralizado la negociación de acciones por valor de 2,6 billones de dólares, el 40% de la capitalización bursátil del país.
Las suspensiones siembran de dudas la efectividad de las medidas puestas en marcha por el Gobierno de Li Keqiang. La última, anunciada hoy mismo, prohíbe a los grandes accionistas (aquellos con una participación superior al 5%), directivos y altos ejecutivos vender acciones de sus empresas durante un periodo de seis meses.
Hoy, el índice general de la Bolsa de Shanghái, el indicador de referencia de los parqués chinos, se hundió hoy un 5,9% (219,94 puntos), hasta los 3.507,19 enteros, a pesar de las nuevas medidas anunciadas hoy desde Pekín para intentar estabilizar los mercados.
“Las ventas en China van a continuar durante algún tiempo”, mantiene Audrey Goh, estratega en Standard Chartered. “La suspensión de cotización no está ayudando”.
Ante esta situación, el Banco Popular de China (el banco central chino) anunció hoy una nueva serie de medidas para dotar de una mayor liquidez a la entidad estatal de crédito Corporación de Financiación del Mercado de Valores de China (CSF, en sus siglas en inglés) con el objetivo de estabilizar los mercados bursátiles.
También la Comisión Reguladora del Mercado de Valores de China (CRMV) ha anunciado hoy que CSF, una entidad de crédito marginal que financia a las corredoras en la inversión en bolsa, incrementará sus compras de acciones de pequeñas y medianas empresas que cotizan para aumentar la liquidez del mercado.
Las autoridades chinas llevan semanas tratando de contener la sangría en los mercados de renta variable con medidas consecutivas que no han logrado su objetivo. Se calcula que hay unos 90 millones de inversores particulares en las bolsas chinas, muchos de los cuales llegaron a los parqués en los últimos meses sin conocimientos financieros previos y atraídos por las continuas subidas que experimentaron en el gigante asiático desde noviembre y hasta mediados de junio.
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