Funcionamiento de los Special Drawing Rights (SDR) del FMI y los LETS

(OroyFinanzas.com) – La mayoría de los países han vendido más Special Drawing Rights (SDR) o Derechos Especiales de Giro (DEG) de los comprados y son las instituciones financieras supranacionales como el Fondo Monetario Internacional-FMI quienes las adquieren para mantener el equilibrio en un sistema creado -en torno a los SDR- en 1969.

Los Special Drawing Rights (SDR) del FMI son en este momento una cesta de cuatro divisas (dólar, euro, yen y libra) que no genera confianza entre los países como activos o inversiones. Muchos poseen un número de SDRs del que les fue asignado inicialmente porque se han deshecho de ellos. Y esta tendencia podría ampliarse en el futuro porque, en algunos sentidos, el marco establecido para las SDR recuerda a los sistemas de Local Exchange Trading System- LETS, con sus mismas debilidades. En torno a esta comparación está escrito este el artículo para poder entender las debilidades del sistemas de SDRs del FMI que a veces se menciona por algunos analistas como futura moneda internacional que podría remplazar al dólar como moneda de reserva mundial.

Uso de los Special Drawing Rights (SDR)

Los Special Drawing Rights (SDR) tienen dos vertientes. La primera es su uso como una unidad de cuenta, o una medida del valor. Cuando el SDR se introdujo por primera vez en 1969, un se definió, en ese primer momento, como 0.888671 onza de oro. Así que el oro fue el primer medio de la cuenta de los SDR. De ahí se pasó a redefinir los SDR con una cierta cantidad de monedas de los principales Bancos Centrales del mundo.

A partir de 2012 –y hasta la nueva revisión prevista para finales de este año-, un SDR se compone por la suma de cuatro divisas, en las siguientes proporciones: 0,423 euros, 12,1 yenes, 0,111 libras y 0,66 dólares estadounidenses. Como unidad de cuenta o referencia no es una unidad muy extendida o popular. Por citar algún ejemplo, los SDR son utilizados por las autoridades del Canal de Suez para establecer los aranceles de paso.

La segunda de las vertientes es su utilidad como medio de intercambio y es aquí donde lo compararemos porque, en muchos sentidos, el sistema SDR representa un Sistema de cambio local o LETS. En un LETS, cada miembro de una comunidad local obtiene una línea inicial de crédito. Estos créditos, que son aceptados por todos los miembros del LETS, son pasivos frente al resto de miembros. Los miembros pueden utilizar esas líneas de crédito para comprar al resto de los socios, y reponer saldo cuando los socios compran de vuelta. Aunque en muchos LETS no están limitados los créditos, los miembros del FMI no pueden gastar más allá de la línea de crédito establecida. Y de la misma forma que todo LETS necesita un administrador, para la administración de los SDR, el FMI dispone de un departamento especializado. En ambos casos, estos administradores no asumen ningún riesgo, ni son responsables de los créditos emitidos. Su función se limita a mantener al día los libros contables y asegurarse de que el sistema funciona de manera eficiente.

¿Quién responde ante los usuarios de los SDR por su valor?

Los SDR no son emitidos por el FMI, ni son activos frente al FMI, sino que es la comunidad de naciones la que emite conjuntamente estos SDR. Y la línea de crédito concedida, -conocida como “asignación”-, se establece en función del PIB del país. La asignación actual de los Estados Unidos es de alrededor de 35 mil millones de SDR, mientras que la de Chipre queda situada en 132 millones. Ninguno de los miembros individuales puede emitir nuevos SDR a voluntad. Es una decisión que debe de ser adoptada de forma conjunta. En 1971, 1972, 1979, 1980, y 1981 se aumentó la cantidad total de SDR y en 2009, en medio de la crisis del crédito, los miembros acordaron un incremento de los créditos de SDR –que pasaron de los 21 mil millones de dólares hasta los 204.000 millones- siendo los países BRICS, por el significativo aumento de su PIB, los que más ampliaron su nueva asignación.

Con el tiempo y los intercambios, los miembros pueden ver aumentados o disminuidos sus créditos iniciales, situándose en una situación distinta a la original y las naciones con excedentes reciben los pagos de intereses de las naciones deficitarias. Una diferencia notable con la mayoría de las LETS, que desaprueban el pago de intereses.

Si echamos un vistazo al libro contable de SDR, muchos más países se encuentran en una situación de déficit, es decir, la mayoría tienen menos SDR de los que les fueron asignados inicialmente. En tanto los SDR no pueden crearse, ¿quién asume este desfase? Para contrarestar esta anomalía entran en escena ciertas organizaciones supranacionales -como el FMI o el Banco de Pagos Internacionales (Bank for International Settlements-BIS)– a los que se les permite comprar SDR de los estados miembros. De esta forma, el propio FMI es un gran poseedor de SDR y compensa a los países que están en déficit con el sistema, como Ucrania, India, Rumanía o Hungría. Como dato curioso, decir que en 2012, Libia lideraba a los países con superávit de SDR, manteniendo el 150% de su asignación inicial.

El PIB per cápita de un país en relación con su condición de deudor o acreedor de SDR

La mayoría de los países ricos, con un PIB per cápita superior a los 10.000 dólares, tienden a posicionarse en torno al 1% de déficit de SDR. No tienen ni grandes excedentes ni posiciones muy deficitarias con el sistema. Sólo una minoría de países han sido compradores netos de SDR porque la mayoría han vendido. Dicho en terminología bursátil, se han mantenido posiciones cortas y no largas. Los países pobres se han visto obligados a vender por las circunstancias pero una gran parte de los países ricos, incluyendo casi todas las naciones europeas, el Reino Unido, Australia, India, Brasil y Canadá también están en déficit.

Así que especulando con el motivo de este comportamiento podemos encontrar una respuesta en lo que es el punto débil de cualquier sistema LETS. ¿Qué ocurre cuando un miembro de LETS desaparece? Pues si el miembro en cuestión no puede reequilibrar sus cuentas antes de salir, los miembros restantes asumirán solidariamente la pérdida. Y lo mismo ocurre con los SDR. Pero yendo más allá. ¿Y si es todo un bloque de países en déficit el que abandona el sistema? Pues sería muy complicado mantener los SDR vinculados a los precios de las divisas que conforman la cesta actualmente y se podría ver una venta masiva de SDR, hasta corregir su valor. Porque si el FMI tratara de apuntalar el sistema comprando al valor establecido, la institución financiera mundial podría quedarse con la mayoría de SDR del sistema.

Esta situación ya se ha dado aunque no de forma masiva. En 2012, el FMI (y otros organismos supranacionales) poseían más del 6% de los SDR en circulación. Una señal de que las naciones no ven interesante ni tienen confianza en los SDR como activos de inversión. En ese sentido la situación en la que se encuentra este moneda del FMI no es muy distina al dilema de la zona euro con Grecia.

Fuente: JPKoning

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