Zimbabue y el canje de los billetes de los años de la hiperinflación

Billete 100 billones de dólares en Zimbabue

(OroyFinanzas.com) – El devenir monetario de Zimbabue en los últimos años ha permitido escribir sobre la naturaleza del dinero. Ahora, el banco central de país está comprando los billetes de billones de unidades de los años de hiperinflación ¿Indican estas compras que los billetes constituyen un compromiso de pago al tenedor?

El caos monetario en Zimbabue y la hiperinflación que ha padecido nos ha inspirado en el pasado para escribir sobre la naturaleza del dinero. ¿Un billete emitido por un banco central constituye un reconocimiento de deuda al portador del mismo? Desde que el oro fue eliminado como referencia en el sistema monetario internacional, los bancos centrales ya no ofrecen la posibilidad de reembolsar al titular de un billete con algún tipo de activo subyacente. Algunos bancos centrales –como los de Canadá o EE.UU.- sí que mantienen una promesa explícita sobre sus billetes emitidos que constituyen como una primera reclamación al propio banco central, pero aquellas personas que han intentado canjear esos billetes por algo han recibido dólares de vuelta. Teóricamente los billetes son como cualquier otra garantía análoga a las acciones de una empresa, que ofrecen a sus poseedores el acceso a cualquiera de los activos de la empresa en caso de liquidación de la misma, aunque el caso de Zimbabue y otros incontables casos parecen haber demostrado que no es asi.

La liquidación de los billetes de la hiperinflación del Banco Central de Zimbabue

El Banco Central de Zimbabue (The Reserve Bank of Zimbabwe-RBZ), está comprando sus propios billetes para sacarlos del circuito y aplicarles una nueva política monetaria. De acuerdo con esta nueva política monetaria imperante, el RBZ desmonetiza sus billetes viejos acorde con la valoración que el “índice de las Naciones Unidas” establece de $35 quadrilliones a 1 dólar estadounidense. A simple vista, esta medida podría tener una finalidad de beneficiar a la institución económica africana, pues todos los antiguos billetes que no se hayan cambiado, saldrán de la circulación, sin contrapartida de billetes nuevos. Sin embargo, este hecho, podría intepretrse como que el banco central otorga al billete un respaldo que esta avalado por el propio banco central.

George Selgin, en cambio, se muestra escéptico con esta interpretación subrayando que la pretendida seguridad intrínseca de los billetes es una reminiscencia de cuando todas las divisas tenían su contrapartida en oro. Sin embargo, el Banco de Canadá se fundó después de que Canadá renunciara a la convertibilidad de su divisa por oro y parece haber seguido con esta tradición. Además, la legislación moderna que regula los bancos centrales, como el Banco Central de Iraq en 2004, establece que los billetes “serán la primera obligación sobre los activos del banco central”. Incidiendo en esta línea, el ejemplo de Zimbabue proporciona una evidencia más de que un billete de banco constituye un reconocimiento de deuda. De hecho, las autoridades zimbabuenses podrían haber abandonado el dólar de Zimbabue pero por alguna razón, han decidido ofrecer a los usuarios comprar sus billetes a cambio de nuevos.

Así que partiendo de la premisa de que los billetes emitidos tienen garantías por sí mismos y son un tipo de pagaré, ¿hasta dónde podemos llevar esta idea? En el caso de Zimbabue, los billetes emitidos por el banco central se valorarán en relación con el valor de liquidar el banco central con todos sus activos. Por tanto, la cantidad precisa de los activos que respaldan las monedas son muy importantes porque un deterioro de estos activos degenerará en inflación. Así, mientras que el RBZ siempre ha tenido la posibilidad de comprar dólares de Zimbabue -incluso durante el período hiperinflacionario de 2007 y 2008-, la falta de una valoración conjunta de los activos, sobre la oferta nominal, imposibilita realizar cualquier cálculo aproximado y dificulta por tanto cualquier ejericio para intentar calcular un valor de cambio por los activos del banco central.

Dejados atrás los días de una hiperinflación del 79600000000%, Zimbabwe experimenta ahora algo completamente nuevo, la deflación. Los índices de precios al consumo han caído un 1,3% en los últimos años, una de las deflaciones más profundas del mundo y la más alta en África. Si como la mayoría de los analistas estiman, la Reserva Federal-FED (el Banco Centralde Estados Unidos) sube los tipos antes de finalizar el año, los precios en Zimbabue revertirán su tendencia deflacionaria. Pocas personas han experimentado el mayor número avatares atípicos monetarios como los ciudadanos de Zimbabue en periodo de tiempo tan cortos. Mucha suerte.

Fuente: JPkoning

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