(OroyFinanzas.com) – El tercer viernes del último mes de cada trimestre vencen las opciones y futuros sobre índices y acciones del mercado de derivados y por eso se conoce como cuádruple hora bruja, ya que, la coincidencia de estos cuatro factores se traduce en jornadas de gran volatilidad que influyen en los precios de la bolsa a corto plazo. Hoy, 18 de diciembre 2015 es uno de esos días. Y esa coincidencia sólo se produce el tercer viernes del último mes de cada trimestre (marzo, junio, septiembre y diciembre).
La cuádruple hora bruja es como una jornada en la que las carreteras soportan una operación de salida y otra de retorno al mismo tiempo.
Las consecuencias de la cuádruple hora bruja son un aumento de volumen, que trae consigo un incremento de la volatilidad, lo que significa jornadas habitualmente muy inestables. Los inversores aprovechan la cuádruple hora bruja para tomar posiciones trimestrales que marca la tendencia de los índices a corto plazo. En apenas dos horas que dura la avalancha de cierre de posiciones se produce un alto volumen de operaciones con movimientos bruscos.
En los últimos años, los participantes en el mercado han preferido anticiparse a la fecha y han comenzado a liquidar cuentas a lo largo de toda la semana previa, lo que ha diluido un poco el efecto de la cuádruple hora bruja.
Futuros vs. opciones y el efecto de la cuádruple hora bruja
¿Cuáles son los productos implicados en la jornada y cómo funcionan? Los futuros son aquéllos en los que un comprador y un vendedor se obligan a comprar y vender, respectivamente, activos reales o activos financieros, en una fecha futura concretada de antemano y a un precio convenido. La venta puede hacerse en cualquier momento antes de le fecha de vencimiento del contrato, pero cuando llega ese día lo hacen automáticamente.
Por su parte, las opciones facultan a su comprador el derecho a comprar o el derecho a deshacerse de un determinado activo real o financiero, a un precio establecido previamente, durante un periodo o una fecha final estipulada como vencimiento. En paralelo, el vendedor de la opción, está obligado a satisfacer el deseo del comprador, si éste ejerce la opción de compra o de venta. A cambio, el comprador de la opción siempre deberá pagar al principio al vendedor un importe que se denomina prima. Como el precio del ejercicio y el vencimiento permanecen constantes, lo que cotiza a diario en el mercado de opciones es el valor de las primas.
A pesar de que la operativa es parecida no hay que confundir los futuros y las opciones. Los primeros consisten en comprar en una fecha futura un número de contratos a un precio prefijado, mientras que los segundos es la opción de adquirir esos títulos, pero no la obligación.
Fuente: El Economista [1]
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