Hace unos días se lanzaba la versión 0.12.0 del Bitcoin Core, el código de referencia de Bitcoin que incluye más de 20 mejoras, siendo la versión del código que incorpora mayor cantidad de novedades desde que Satoshi Nakamoto lanzase la primera versión, hace ahora siete años. La mayoría de las mejoras están enfocadas a mejorar el rendimiento, la seguridad y la facilidad de uso de Bitcoin, y algunas de ellas han sido criticadas en la comunidad. Veamos cuáles son las principales novedades.

Joy Ito, desde su rol de director del MIT Media Lab que acoge la Digital Currency Initiative, y que actualmente subvenciona a algunos de los desarrolladores principales del Bitcoin Core, ha publicado un texto en su blog, llamando a la unión de la comunidad Bitcoin, ya que, según afirma sin tapujos está “preocupado por la situación actual de Bitcoin y la blockchain”. En esta ocasión, Ito vuelve a echa mano de sus inmensos conocimientos en el desarrollo y en la evolución de la tecnología de la red de redes, para crear paralelismos entre Internet y Bitcoin, en esta ocasión para tratar de crear puentes en la división interna que vive la comunidad Bitcoin actualmente, personificado en el tamaño de los bloques, pero que, sin embargo, abarca cuestiones mucho más profundas en este ecosistema e industria nacientes.

Hong Kong vuelve a ser el escenario elegido para delinear el futuro de la escalabilidad de Bitcoin. A finales de 2015, allí se presentó Testigos Segregados (Segregated Witness), que desde entonces es la apuesta principal de los desarrolladores del Bitcoin Core para ampliar la capacidad de la red Bitcoin, y el pasado fin de semana, desarrolladores del Bitcoin Core, empresas y mineros (que representan el 80% de la potencia de hash de la red), llegaban a un consenso para configurar la nueva hoja de ruta del desarrollo de Bitcoin con el objetivo de ampliar el tamaño de los bloques a través de una bifurcación dura (hard fork) en julio 2016.