- OroyFinanzas.com - https://www.oroyfinanzas.com -

Las 10 reglas básicas del inversor de Javier Molina Jordá

(OroyFinanzas.com) – Cuando uno se enfrenta a los mercados, debe seguir una disciplina clara y delimitada para no salirse de la misma bajo ningún concepto. De lo contrario, el fracaso está servido, y se terminará perdiendo dinero, no ya por una mala inversión sino, lo que es peor, por carecer de argumento sólido alguno en el que apoyar las decisiones de compra o venta. Os presentamos hoy las 10 reglas básicas del inversor para cualquier activo de inversión de Javier Molina Jordá que escribirá semanalmente para OroyFinanzas.com.

Y les cuento esto pues, en el contexto de mercado actual, es muy fácil dejarse llevar y cambiar de visión casi de un día a otro. Y lo malo es que eso les pasa a muchos inversores e incluso, gestores y analistas que caen en la trampa psicológica de los precios. Que el S&P pase de los 1830 hasta los 1990 sin tregua alguna y en 10 sesiones bursátiles, puede hacer perder la visión de medio plazo, caer en la tentación de perseguir a los precios y hacer justo lo contrario a lo planificado. Uno pasa a dudar de su estrategia y le hace entrar en mercado llevado por la euforia de los medios de comunicación, clientes e inversores y hasta por el suegro….que le recuerda a uno que le ve flojo en esto de las inversiones.

Ante el panorama de olvido generalizado de muchos inversores, quiero recordarles las 10 reglas básicas que todo inversor debería respetar al operar en mercados de acciones y en todo tipo de activos. Estas reglas bien aplicadas aún siendo obvias, pueden significar el paso del fracaso al éxito y no se deberían olvidar.

Primera regla del inversor. Conozca lo que compra.

Todo proceso de inversión implica un cierto grado de conocimiento. No la debería de catalogar como una regla, pues lo considero como algo obvio y previo a cualquier toma de decisiones. No obstante, me llamó la atención un lector sobre este punto y he decidido introducirla como prólogo a las reglas siguientes.

Si no entiende un producto determinado, no sigue un procedimiento establecido o no sabe cuál es el riesgo que está asumiendo…NO invierta ni un euro de sus ahorros. Es muy común dejarse llevar por recomendaciones de analistas, asesores financieros y amigos. Pero si no sabe a lo que se enfrenta, no apueste (pues eso es lo que acaba haciendo) como si de un casino se tratase. La inversión en mercados requiere de conocimiento y buen juicio. Lo que pasó en el pasado no sucederá en el futuro y sólo rimará y debe tenerlo claro. Diferencie entre posibilidad y probabilidad.

Conozca cómo funciona el activo que desea comprar, qué riesgos están involucrados en la operación e intente saber en qué momento de mercado se está usted incorporando. Sólo aplicando este principio, habrá dado un paso enorme en la preservación de su capital.

Segunda regla del inversor. Cortar pérdidas rápidamente.

Esta es, sin duda, la más difícil de aplicar (que no entender) por una gran parte de la comunidad inversora. Se tiende a vender las posiciones ganadoras de forma rápida y, sin embargo, las perdedoras, se dejan correr. De repente, uno se convierte en inversor a largo plazo.

No se comete un error al salir con pérdidas mínimas de un activo. Se comete al permanecer y dejar que aquéllas se incrementen. Además, una pérdida latente implica un capital inmovilizado que no puede utilizarse.

Hay que dejar correr las posiciones ganadoras y cortar las pérdidas. Preservar el capital es básico.

Tercera regla del inversor. Rentabilidad y riesgo siempre van de la mano.

Es muy importante conocer perfectamente el tipo de activo en el que se invierte. No es lo mismo comprar acciones de Abengoa que de Telefónica. Luego entonces, se debería operar en base a ese principio básico y ser consecuentes con lo que el perfil del activo ofrece respecto a ese binomio de rentabilidad/riesgo.

La volatilidad de una acción o de un fondo, le dará una visión de la variación que ha experimentado hasta la fecha ese activo. Un fondo que tenga una volatilidad del 16% ha sufrido mayores alzas y descensos que uno que la tenga del 5%. Sin entrar en lo que hará en el futuro, lo que si está claro es que se ha podido ganar mucho más en el primero que en el segundo. Y perder. Luego entonces, podemos utilizarlo como un indicador del riesgo hasta la fecha.

Cuarta regla del inversor. No hacer cambios medios.

Si cumplimos la regla número dos, no se verá nunca en esta oportunidad de hacer cambios medios. Muchos son los inversores que, ante el mantenimiento de posiciones perdedoras, llevan a cabo compras a niveles más bajos con la esperanza de que, ahora, basta con recuperar un poquito para recuperar la inversión total. Al final puede salir bien pero, en muchos de los casos, nos encontramos con una posición abierta mucho mayor a la inicialmente prevista y con pérdidas que se van incrementando.

Quinta regla del inversor. Nunca ir contra la tendencia.

Es cierto que se dice muy fácil y que luego, el identificar la tendencia, es mucho más complejo. Sin embargo, observando la sucesión de máximos y mínimos en el tiempo, podemos tener una clara indicación. Aquellos activos que vayan obteniendo valores cada vez más altos en los impulsos y, valores cada vez más bajos en los retrocesos, estarán en tendencia alcista. Y al revés. No se deberá ir contra tendencia en ese sentido.

Si cumplimos la regla segunda, no mantendremos pérdidas en ningún título  y dejaremos correr los beneficios. Esa es la mejor forma de identificar la tendencia.

De igual forma, intentar adelantarse a la misma es, como comentamos en la novena regla, imposible. Con lo que aceptemos ese hecho y actuemos en consecuencia.

Sexta regla del inversor. No obsesionarse con un activo determinado.

Una compañía buena no significa que sus acciones vayan a tener un buen comportamiento y haya que tenerlas en cartera. Ni una compañía regular tiene porqué tener una acción de mal comportamiento y no querer ni verla. Hay que saber distinguir una cosa de la otra.

Mediante los datos fundamentales podemos identificar buenas compañías, pero nos hará falta el conocer el sentimiento de mercado y el momento del mismo.

Séptima regla del inversor. La trampa técnica.

El aplicar un tipo de análisis técnico, al margen de que lo consideremos válido, puede tender a aplicar un tipo de indicadores sobre otros. Eso es correcto mientras las reglas del juego no cambien y eso funcione. Pero en estos tiempos de movimientos aleatorios, lo que funcionaba antes puede dejar de funcionar ahora.

No hay un sistema infalible que funcione de forma constante y perpetua en el tiempo. Hay que ajustarse a los tiempos.

Octava regla del inversor. Aislarse del ruido mediático.

Estos meses pasados, cuando asistíamos a caídas generalizadas de todos los activos, no nos hemos cansado de escuchar voces de alarma que, semanas después, se han convertido en señales de euforia. No hay que dejarse llevar por el miedo escénico y actuar en base a los principios operativos de cada uno.

Así mismo, siempre he criticado a aquellos gestores que, ante la caída de los activos, han recomendado prudencia y mantener. Este mes han acertado pero, les reto a que vayamos analizando lo que sucede en los próximos. No tiene sentido mantener Mapfre compradas a 2,50 mientras van cayendo hasta 1,62 pensando que, a largo plazo, se recuperarán. Ya ven el precio hoy día.

Novena regla del inversor. Timing de mercado.

No existen forma alguna de acertar con el Timing de mercado. Ni con análisis técnico ni con valoración ni con nada se puede acertar con el momento correcto de entrada o salida de un valor. Lo de comprar en el mínimo y vender en el máximo no nos va a suceder a nosotros (ni a nadie). Aquí se trata de identificar esos niveles lo antes posible y actuar en consecuencia.

Décima regla del inversor. No importa pagar impuestos.

No hay que dejar que los temas fiscales impidan el realizar beneficios. Si se paga es porqué se gana y eso es mejor que lo contrario. La única forma de evitar pagar impuestos es no teniendo esos beneficios.

Posiblemente podríamos sacar muchas más reglas de actuación pero, al final, de lo que se trata es de tener un método a la hora de operar en mercado. Dejar de lado las corazonadas que concluyen en drama y aplicar un mínimo de disciplina en la operativa.

Este año está siendo movido y, aunque parece que todo lo malo ya pasó, nada ha cambiado y los riesgos siguen estando ahí. No deje que la memoria selectiva se apode de sus decisiones de inversión y aplique esas sencillas reglas que ya conocía. No descubro nada nuevo. Lo nuevo sería que todos las cumpliésemos de una u otra forma. Nuestro capital nos lo agradecería.

por Javier Molina Jordá [1]