(OroyFinanzas.com) – El Gobierno de Italia ha confirmado esta semana que va a emitir deuda pública con un vencimiento a 50 años. Italia ha contratado a los bancos Banca IMI, Goldman, HSBC, JPM y Unicredit para gestionar la emisión. Italia se convierte así en el último país que emite deuda a plazos extremadamente largos junto a Bélgica, Francia, Irlanda y España, aprovechando los tipos ultrabajos e irrealistas creados por el Banco Central Europeo-BCE para la Eurozona. Los bonos a 50 años vencerán el 1 de marzo 2067 aunque el resto de detalles, como el volumen de la emisión, están pendientes de darse a conocer.
Italia vendió deuda por 6.500 millones de euros a 20 años en abril 2016 y 9.000 millones de euros, a 30 años, en febrero 2016. Para esta nueva emisión, Barclays espera una cantidad menor, en torno a los 4.000 millones.
El referéndum para el 4 de diciembre de 2016 sobre los cambios en la constitución italiana están creando un entorno de incertidumbre para la emisión de esta nueva deuda.
Lo más inteligente que puede hacer un Ministro de Finanzas en las circunstancias es emitir deuda al máximo plazo posible. México ha dado ejemplo hace un tiempo con propia emisión de deuda a 100 años. Los inversores parecen estar convencidos de que los tipos de interés bajos o negativos están aquí para quedarse un tiempo. Bélgica vendió también un bono a 100 años el verano pasado por 50 millones de euros.
El caso de México con bonos a 100 años denominados en euros
Los Estados Unidos Mexicanos comercializarón en abril 2016 bonos centenarios (100 años de vencimiento), denominados en euros. El mercado situó el interés en el 4,5%, aplicando un llamativo descuento a otros bonos similares negociados en dólares o libras.
El caso de Irlanda con bonos a 100 años denominados en euros
Irlanda colocó por primera vez, en abril de 2016, deuda a 100 años a un interés del 2,35% por valor de 100 millones de euros, gracias a la política monetaria ultra laxa del Banco Central Europeo-BCE que está empujando a una gran parte de la deuda pública europea a niveles negativos con sus programas de compra de deuda pública. Goldman Sachs y Nomura fueron los bancos de inversión que organizaron la emisión para el gobierno irlandés, vendiéndose la totalidad de la deuda emitida a un único inversor.