(OroyFinanzas.com) – La semana pasada se recordaban dos importantes aniversarios en Ucrania. El primero fue el de la Revolución naranja de 2004 [1]. El segundo las ocho décadas transcurridas desde el Holodomo, una expresión que, literalmente, significa morirse de hambre. Holodomo fue la hambruna organizada por las fuerzas soviéticas en Ucrania durante 1932 y 1933. Durante ese periodo, entre 3 y 7 millones de personas murieron a causa de la hambruna organizada.
Mientras los ucranianos morían, el grano recolectado se destinaba a la exportación. El Holodomor no es muy conocido fuera de Ucrania. En los años 30 apenas se sabía sobre la gran hambruna así que fueron pocos los periodistas occidentales los que se atrevieron a informar sobre lo que pasaba en Ucrania.
Viktor Yushchenko, ex presidente de Ucrania, hizo mucho por recordar el Holodomor. Pero el líder de la Revolución naranja ha caído en desgracia desde entonces. En las elecciones de octubre partido de Yushchenko sólo ganó el 1% de los votos, perdiendo todos sus diputados en el parlamento.
Desde la revolución bolchevique, pasando por el Holodomor, hasta protagonizar batallas encarnizadas en uno de los frentes más duros de la Segunda Guerra Mundial (en la que murieron 27 millones de soviéticos, 6 millones de judíos, 5 millones de alemanes y 300.000 estadounidenses como referencia), Ucrania, esos años no era un buen lugar para nacer.