(OroyFinanzas.com) – Un estudio del Bundesbank pone de manifiesto que el efectivo ya no representa la mayor parte del dinero gastado en Alemania y que, a pesar de ser el sistema de pago más popular, otros medios de pago están ganando terreno
“El efectivo sigue siendo el medio más popular, pero los pagos con tarjeta están aumentando” ha señalado Carl-Ludwig Thiele, miembro del Bundesbank, y responsable de presentar a los medios una encuesta realizada a 2.000 personas. Según se extrae del informe, el efectivo representó el 47,6% de las transacciones alemanas el año pasado. Un volumen que ha bajado desde el 53,2% registrado tres años antes. Por primera vez, desde que se publicaron las primeras encuestas en 2008, el dinero en efectivo baja del 50%. Por su lado, las tarjetas obtuvieron una cuota de mercado del 39,4% el año pasado en comparación con el 33,4 alcanzado en 2014. Una tendencia global que en Europa tiene como máximos exponentes a países como Suecia o Gran Bretaña. Los pagos por Internet también crecieron pero siguen teniendo un volumen modesto -el 3.7%- sobre el total.
Según la encuesta del Bundesbank [1], la mayoría de los alemanes piensan que el efectivo es “útil” para empezar a instruir a los niños sobre el uso del dinero y para garantizar un mejor control de las finanzas personales. Y una mayoría más amplia manifestaba que la abolición del efectivo causaría problemas, sobre todo a lo más mayores. Sólo un poco más de un tercio convenía que tal medida facilitaría luchar contra la evasión fiscal y el lavado de dinero.
Para el presidente del Bundesbank, Jens Weidmann, suprimir el dinero en efectivo o reemplazarlo con dinero digital emitido por los bancos centrales sería la “respuesta incorrecta” a los desafíos que enfrentan los bancos centrales en estos momentos de baja inflación. Deshacerse del efectivo “sería la respuesta equivocada y completamente desproporcionada a los desafíos que impone una política tipos de interés cercanos a cero o incluso negativos”. Además incidió en la idea de que la responsabilidad de los los bancos centrales pasa por promover sistemas de pago más eficientes que logren apagar el interés por la criptomonedas, como Bitcoin.
Históricamente, el Bundesbank ha sido un acérrimo defensor del dinero en efectivo frente a otras posturas globales que apuestan por otras formas electrónicas de pagos, como las tarjetas de débito. De hecho, el Bundesbank lideró una oposición minoritaria en el seno de la Unión Europea, a la medida del BCE de retirar los billetes de 500 euros. El argumento para la prohibición recurrente, las sospechas de que son utilizado por delincuentes.