(OroyFinanzas.com) – La Ekaterinburg Non-Ferrous Metals Processing Plant está participada por el millonario ruso Viktor Vekselberg, sancionado por los Estados Unidos el 6 de abril
La London Bullion Market Association (LBMA) [1]es la asociación de profesionales del mercado de oro y plata más importante del mundo. Entre sus funciones, está controlar el acceso a la lista Good Delivery, que incluye a refinerías de todo el mundo que tienen permiso para producir lingotes con el estándar “Good Delivery” de máxima calidad. Para ser parte de esta elitista lista, los candidatos deben someterse a rigurosos análisis químicos y ensayos a ciegas que garanticen la integridad y consistencia de los lingotes “Good Delivery [2]”
El pasado martes, la London Bullion Market Association anunció la suspensión de Ekaterinburg Non-Ferrous Metals Processing Plant por “problemas relacionados con la propiedad”. La refinería rusa está controlada por el conglomerado moscovita Renova Group que, junto con su principal accionista, el multimillonario Viktor Vekselberg, han sido sancionados por los Estados Unidos recientemente. Al ser preguntados sobre si había alguna relación entre este hecho y la expulsión, la London Bullion Market Association declinó hacer comentarios [3]pero la directora ejecutiva de la entidad, Ruth Crowell contestó que la lista Good Delivery se revisa constantemente para alcanzar siempre la máxima excelencia.
Para los operadores esta suspensión dificultará el comercio de los lingotes de oro porque limita la oferta, “en nuestra empresa no vamos a tocar ningún lingote que no esté debidamente acreditado por la LBMA”. Así que es muy posible, que el oro ruso “pase a negociarse en mercados secundarios”. De todas formas, no parece que la medida vaya a afectar el mercado de lingotes de oro porque la mayor parte de la producción de oro de Rusia permanece dentro del mercado interno ruso. Rusia produjo 272 toneladas de oro el año pasado, según datos proporcionados por Metals Focus. El banco central ruso compró 224 toneladas de lingotes para incluirlas a sus reservas de oro, mientras que el consumo de joyería doméstica alcanzó casi 40 toneladas.