(OroyFinanzas.com) – El gobierno de los EE.UU., presidido por Donald Trump, ha aprobado una nueva ronda de sanciones que prohíben a los ciudadanos estadounidenses tener relaciones comerciales con cualquier persona involucrada en las compras y ventas de oro, “corruptas o engañosas”, en Venezuela.
La exclusiva, publicada por Reuters [1], cita a funcionarios anónimos inmersos en las negociaciones con el Banco de Inglaterra, custodio del oro venezolano. En este sentido, ni el Banco de Inglaterra ni el banco central de Venezuela han querido comentar la noticia pero según las fuentes citadas por Reuters, la operación está parada desde hace casi dos meses debido a la dificultad para obtener un seguro que cubra el envío de tan significativa cantidad de oro y “todavía están tratando de encontrar cobertura de seguro, porque los costos son altos”.
En cualquier caso, si Venezuela logra repatriar el oro, las nuevas sanciones de EE. UU. podrían dificultar su posterior venta para obtener divisas. Según Tamara Herrera, economista de Síntesis Financiera, “si el gobierno quiere llevar a cabo operaciones con el oro que planea traer, tendría que hacerlo con países aliados debido a las sanciones”. Otra opción sería vender directamente el oro almacenado en el Banco de Inglaterra a un comprador extranjero. Logísticamente sería más fácil que repatriarlo pero también podría correr el riesgo de no cumplir las sanciones impuestas y congelarse los fondos.
De materializarse con éxito la repatriación del oro, no sería la primera vez. Con anterioridad, en 2011, el fallecido líder del país, Hugo Chávez, ordenó la repatriación de alrededor de 160 toneladas de oro venezolano que estaba guardado en bancos de los Estados Unidos y Europa, dejando parte del oro en el Banco de Inglaterra. En 2014, Venezuela usó este oro para operaciones de “intercambio” con bancos globales para gestionar el préstamo a Venezuela varios miles de millones de dólares con el oro como garantía.
Según estadísticas del banco central de Venezuela, en junio de este año, las tenencias de oro del banco central habían bajado a 160 toneladas desde 364 toneladas contabilizadas en 2014. El decremento se debe a que estos acuerdos de intercambio firmados con bancos comerciales expiraron sin que Venezuela devolviera los fondos, dejando el oro en manos de los bancos acreedores.