(OroyFinanzas.com) – En medio de crecientes preocupaciones por las consecuencias económicas del Covid19, Turquía compró alrededor de 148 toneladas de oro en el periodo entre enero y mayo 2020, superando a Rusia como principal comprador de oro del mundo.
Durante la última década, los bancos centrales del mundo se estuvieron abasteciendo de oro [1] a un ritmo inusitado. Tan solo en 2019, añadieron 650 toneladas a sus reservas, el segundo mayor incremente en cincuenta años, siguiendo a las 656 toneladas añadidas en 2018.
Rusia suele encabezar estas compras, buscando en el metal precioso una reserva de valor alternativa a la deuda emitida por su mayor adversario político, el dólar estadounidense. Al día de hoy, es el quinto país con mayores reservas der oro, manteniendo casi 2.300 toneladas en su poder, según las figuras del Concejo Mundial del Oro.
Sin embargo, este 2020 Rusia ha preferido vender oro [2] que comprarlo. Tanto así, que sus ingresos por exportación de oro superaron a sus ingresos por exportación de gas, algo que no ocurría desde hace veintiséis años.
Sus compras de oro disminuyeron en un 60% en lo que va de año, descendiendo a alrededor de 28 toneladas. Ya el Banco Central del país había prevenido a finales de marzo que disminuiría sus compras domésticas de oro, sin dar razones para ello. Según analistas, esto puede vincularse a la caída de los precios del petróleo: si se reducen las ganancias por exportación del combustible fósil, el país tiene menos dinero para comprar oro.
Es en este contexto que Turquía logró superar [3] al oso euroasiático en la compra de oro, posicionándose como principal comprador de oro del primer semestre de 2020 con la compra de 148 toneladas, casi tres veces la compra anual del 2019.
Pero el panorama de ingresos en Turquía tampoco ha sido favorable este año. La cuarentena por Covid19 ha golpeado sus ganancias por turismo, una de sus mayores fuentes de liquidez.
La Lira, su moneda nacional, también se ha depreciado en relación a otras divisas, y tal vez en busca de respaldar su divisa hayan acudido al oro. Analistas han comentado que pudo haber sido más fácil defender la Lira ante la devaluación acudiendo a reservas en divisas extranjeras, como el dólar. Pero las tensiones políticas con la administración Trump pareen haberles disuadido ante este curso de acción.
La administración Trump impuso sanciones a Turquía en 2018 por la detención de un pastor estadounidense por parte de las autoridades turcas. Turquía adquirió un sistema de misiles tierra-aire de Rusia 2019, colocando a otros miembros de la OTAN en un lugar incómodo.
El gobierno del presidente turco, Recep Tayyip Erdogan, ha exigido la extradición de un clérigo musulmán con sede en EE. UU. Acusado de participar en el intento de golpe de estado contra Erdogan en 2016. Washington hasta el momento se ha negado, creando otro punto de inflamación bilateral.
Si las relaciones empeoran aún más y Estados Unidos endurece las sanciones, Turquía corre el riesgo de no poder obtener dólares estadounidenses para liquidar pagos. La semana pasada, el presidente de los Estados Unidos, Donald Trump, firmó un proyecto de ley que impide que los bancos en China obtengan dólares, en respuesta a la ley de seguridad nacional que impuso a Hong Kong.
Hay una señal de advertencia de que Turquía podría compartir el mismo destino que China. En marzo, cuando la pandemia global sacudió los mercados financieros mundiales, la Reserva Federal de los EE. UU. Abrió las líneas de intercambio de liquidez a una gran cantidad de bancos centrales que enfrentan escasez de dólares. Turquía fue notable en su ausencia de la lista ampliada de destinatarios.
En este panorama, el oro aparece como una de las reservas de valor más atractivas para los turcos por su neutralidad política.