(OroyFinanzas.com) – En el imaginario colectivo, el oro es sinónimo de refugio de valor en tiempos de recesiones económicas. Este año, con todas las vicisitudes presupuestarias que va dejando el coronavirus, y el aumento del precio del oro en más de 27%, reafirma esta sinonimia casi como un axioma matemático.
Pero siempre es interesante revisar la historia para fundamentar con más solidez nuestros futuribles y escenarios posibles de inversión, más aún en periodos de incertidumbre. Eso es precisamente lo que hace el jefe de estrategia de oro para State Street, Maxwell Gold, en una reciente publicación [1], luego de dejar sentado que, con un récord a la baja de -31,7% en su Producto Interno Bruto para el segundo cuarto de 2020, Estados Unidos ha entrado en su primera recesión de la década.
“Desde 1971, cuando el oro comenzó a ser comerciado libremente en la era post-Breton Woods, los Estados Unidos han experimentado siete recesiones económicas”, expone Gold. “Durante estos periodos, el oro ha ofrecido un retorno promedio de 20,19%, liderando el camino comparado con otros activos estadounidenses –incluyendo acciones, bonos del tesoro, bonos corporativos y el dólar”. Esto puede confirmarse en la siguiente tabla comparativa de State Street sobre periodos de recesión, la cual también incluye materias primas.
Para Gold, los principales indicadores que soportan la tesis alcista para el oro se mantienen intactos, aun frente a una potencial recuperación económica futura de los Estados Unidos.
Otro de los fenómenos que suelen acontecer alrededor del oro durante épocas de recesión es el aumento de la correlación del metal precioso con las acciones. En promedio, la correlación suele ser de -0,03, pero durante recesiones esta correlación ha aumentado hasta 0,08, en promedio.
“Una recesión económica típicamente es precedida por una caída del mercado, en las cuales emergen oportunidades de profundo valor en las acciones. Simultáneamente, el comportamiento del inversor tiende a volverse defensivo, lo que generalmente ha ayudado a la demanda de inversiones de oro junto con bonos. Adicionalmente, durante las recesiones, los bancos centrales tienden a bajar sus políticas de tasas de interés, lo cual, junto con la reducción del apetito de riesgo, pone más presión sobre los rendimientos de bonos”, establece Gold.
Para Gold, aún en el camino de recuperación de la economía estadounidense, el oro tiene el potencial de permanecer fuerte y proveer a los inversionistas una herramienta vital para el manejo de portafolios durante estos periodos de incertidumbre.