En el siguiente vídeo, producido por OroyFinanzas.com, nos adentramos en la relación histórica que existe entre el índice Dow Jones y el precio del oro. Es un índice muy interesante que nos da una visión de la relación inversa que se establece entre los ciclos bursátiles y el precio del oro.
Esta ha vuelto a ser una semana muy interesante para el oro que ha cogido a muchos analistas por sorpresa a diferencia de a los seguidores del metal que llevaban tiempo anunciando esta subida. El pasado miércoles, el oro subió en dos horas 23 dólares la onza, para cerrar el viernes en 682,90 USD.
No llegamos a tocar los US $1,000/onza como muchos proyectaron y no retrocedimos por debajo de los US $400/onza como otros anticiparon.
Las fluctuaciones en el precio del oro estos últimos meses no han sido aptas para cardíacos. El metal que alcanzaba los 730$ la onza en el mes de mayo, caía hasta los 560$ en junio para regresar a los 660$ en julio.
El oro asciende motivado por la codicia pero se puede incrementar o descender influenciado por el temor.
El oro pierde casi otro 10%, después de haber acumulado anteriormente una pérdida del 15% desde su pasado máximo plurianual. Podría suceder que los “seguidores” del mercado sueñen con poder comprar oro a los niveles de hace varios años.
La toma de beneficios en el oro, que cedió más de treinta dólares por onza desde los máximos en 645 $, está detrás de la recuperación del dólar de ayer, que puso fin enérgicamente a tres sesiones consecutivas de pérdidas.
La consultora de metales preciosos londinense GFMS declaró ayer que el oro tenía grandes posibilidades de atraer más inversión y en consecuencia extender la escalada de precios hasta superar el máximo de 1980 de 850 dólares en los próximos dos años, debido a la incertidumbre económica y geopolítica mundial.
No hay duda de que existe una relación entre la caída del dólar y los nuevos máximos del oro. Curiosamente, la relación causal que se está utilizando para dichos máximos , que sitúan al oro cerca de los 590 $, apunta a la debilidad del dólar como causante del último tirón en el metal amarillo.
El oro ha pasado de ser de la inversión más desconocida a acaparar los titulares no sólo dela prensa especializada. Se habla de la subida del oro como si este hecho fuera de reciente suceso. Nada más lejos de la realidad. El oro lleva subiendo desde el año 2001 aunque su ascenso ha sido callado y pudoroso.
El precio del oro ha caído en los últimos días, y ya algunos inversores temen un cambio en la tendencia. Pero técnicamente la cota del oro queda firme en su rumbo hacia arriba. Para cambiarlo el precio de oro debe caer por debajo de 470 USD. Hasta allá queda todavía mucho espacio; de hecho un 13% en el precio del oro. La conclusión es que estos tiempos en que los inversores tienen miedo y el precio del oro cae debido a sus ventas, es una oportunidad magnífica para comprarlo.
Ahora que parece que el oro entra en su periodo de letargo invernal, “trading range”, en espera de acontecimientos o como se le quiera llamar, convendría hacer algunos cálculos sencillos respecto al futuro que se avecina. La gran cuestión en todo mercado alcista de largo plazo es la de su techo. La segunda gran cuestión es la del tiempo que ha de transcurrir hasta que lo alcancemos.La combinación de las respuestas a ambas cuestiones, puede darnos alguna idea sobre los ratios de crecimiento.
El incremento de la tensión tras los incidentes en Arabia Saudí ha devuelto al oro cerca de los 560 $ por onza, después de haber estado la semana pasada en 535 $.
