Brillantes economistas y analistas financieros sostienen que el precio del oro se encuentra en una peligrosa “burbuja”. Para evaluar si estamos realmente dentro de una burbuja lista para explotar, pensemos si la crisis mundial se ha terminado o no.
Pablo Pardo, Corresponsal de EL MUNDO en Washington escribe en su blog un artículo en el que de alguna manera mezcla churras con merinas y en el que señala: “Probablemente estamos sobrevalorando el alza de ese metal. En cualquier caso, esta oromanía puede acabar mal, como muchas otras burbujas.”
Los gestores siguen acumulando el metal precioso en sus carteras como escudo contra la crisis financiera, lo que le ha llevado a revalorizarse un 46% desde enero del año pasado. Pero no es oro todo lo que reluce, al menos para el profesor Nouriel Roubini, que asegura que existen riesgos reales para que la tendencia cambie provocando rápidas pérdidas.
El dorado es el color de moda en este incierto mundo en crisis financiera. La demanda de oro se potencia. Su valor bate récord tras record en los mercados internacionales. La inestabilidad económica en Europa y Estados Unidos despierta temor entre inversores y bancos centrales que buscan en este metal un refugio seguro.
En la actualidad únicamente un 0,8% de todos los activos financieros mundiales se encuentran invertidos en oro, acciones de oro, y Fondos Cotizados referenciados al oro. En 1932 el porcentaje era 20%, y al principio del último mercado alcista a comienzos de la década de 1980 fue del 26%.
Dylan Grice, estratega de SG Securities en Londres, cree que las condiciones globales de hoy podrían desatar otra fiebre del oro como la de los 70. Entonces, al igual que ahora, el mundo perdió confianza en el dólar como depositario de valor. En aquel entonces, los banqueros centrales comenzaron a acaparar oro.
El oro se está agotando. Se ha producido más del que queda. Hay más oro en las grandes ciudades, en los bancos centrales, en los fondos de inversión, que bajo tierra. Más cosechado que por cosechar. Los expertos dicen que los yacimientos auríferos tocarán fin en 20 años.
Refugio histórico en tiempos de crisis, el metal ha triplicado su valor en los últimos cinco años. Bancos centrales, organismos internacionales y grandes inversores lo atesoran y prevén mayores subidas.
Entrevista realizada por la AEMP a Hugo Salinas Price, presidente de la Asociación Civica Mexicana Pro Plata A.C., donde explica que los precios del oro y la plata se encuentran muy lejos de encontrarse en una burbuja.
George Soros, considera que la del oro es “la más reciente burbuja de un activo”, la primera consecuencia inflacionista de las grandes masas de liquidez que han inyectado los bancos centrales a las economías de medio mundo a través de su financiación barata.
A finales de la década de los noventa la minera canadiense Bre-X, fue protagonista de uno de los mayores fraudes en la historia de la minería de oro.
Jim Rogers recomienda invertir en oro físico y señala contrariamente a lo que afirmaba recientemente Nouriel Rubini, que no existe una burbuja en el precio del oro. Rogers es optimista sobre el futuro de todas las materias primas y en especial de los metales preciosos como el oro.
John Hathaway, director gerente del prestigioso Fondo de Inversión en Oro “Tocqueville Gold Fund”, sugiere en su reciente artículo, “A Contrarian’s Dilemma” afirma que el oro “ha estado ridículamente infravalorado durante un período prolongado, y podría estar en camino de convertirse en una burbuja de inversión, tal vez, en unos cuantos años a partir de ahora”.
