En noviembre 2012, nació el SAREB –Sociedad de Gestión de Activos Procedentes de la Reestructuración Bancaria– con el propósito de ayudar al saneamiento del sistema bancario objeto del préstamo del MEDE al Estado de hasta 100.000 millones de euros.
Las nuevas normas de capitalización de la banca recogidas en el protocolo de Basilea III pueden perjudicar seriamente a los bancos españoles y a la deuda pública española.
El Fondo Monetario Internacional (FMI) ha advertido del problema crediticio en España a pesar de las mejoras en la solvencia de los bancos y la supuesta buena marcha de la reestructuración.
Sus protagonistas han actuado desde la más absoluta de las impunidades y dando lugar a un sistema político corrupto y destructor de la riqueza en Cataluña.
A finales de 2012, el gobierno del Principado presidido por el socialista Javier Fernández anunció la creación de un impuesto sobre los depósitos bancarios domiciliados en Asturias, con lo que pretendía recaudar hasta 30 millones de euros en 2013. Esta medida fue copiada de otras como la que puso en marcha el gobierno de la Junta de Extremadura en similares fechas.
El Gobernador del Banco de España, don Luis María Linde, pide prudencia a la hora de distribuir dividendos a los bancos españoles.
¿Por qué se afirma con tanta frecuencia que nuestra red pública de protección social es insostenible? Aunque es sólo una parte de la respuesta, es necesario un cambio drástico de foco, del gasto al ingreso.
Los dos países que pueden darle más de un quebradero de cabeza a la Zona Euro, España e Italia, continúan destruyendo empresas mes a mes.
La cuestión fundamental es la inexistente reducción del déficit público. Si el Estado sigue gastando casi el doble de lo que ingresa, es imposible que vuelva el crédito a las familias y las empresas.
Europa acumula medio billón de euros en planes de rescate y aumentos de la base monetaria. En particular, cinco miembros de la Zona Euro acumulan esta astronómica cifra: Chipre, Grecia, Portugal, Irlanda y España.
El gobierno alemán, a través del Instituto de Crédito público –KfW en sus siglas en alemán– ha concedido un préstamo de 1.000 millones de euros al Instituto de Crédito Oficial de España (ICO).
El Banco de España reconoce que los balances de los bancos esconden una gran cantidad de activos, préstamos e inversiones que, o bien sufrirían una severa corrección de su valor, o bien reducir su valor hasta cero.
Los esfuerzos de Europa por salvar a toda una generación perdida en paro que está tomando forma en Europa son nulos. Helmut Schmidt, calificó la apatía de los políticos hacia el problema como “un escándalo sin comparación”.
