En el relato de la crisis griega, Venizelos subraya la posición comprometida de Alemania. El futuro de Grecia es importante también para Alemania, puesto que está en sus manos la integridad de la Zona Euro. El ministro ha destacado que “la salida de Grecia de la Zona euro supondría una amenaza para el contribuyente alemán”.
El consejero dimisionario del Banco Central Europeo, Lorenzo Bini Smaghi, ha publicado un libro titulado “Morir de austeridad”, en el que cuenta los entresijos y el ruido de despachos en los días anteriores al primer rescate de Grecia y sus vivencias años después como miembro del Comité Ejecutivo del BCE. Entre otras muchas revelaciones, Bini Smaghi revela las amenazas de Silvio Berlusconi de abandonar el euro y la idea de Merkel de expulsar a Grecia del euro y los peligros de Target2 para Alemania.
El FMI está intentando forzar a la Unión Europea a contribuir entre 3.000 y 4.000 millones de euros para las necesidades de financiación de Grecia hasta 2014.
Michael Lewis pasa a detallar en Boomerang los diferentes casos de colapso económico más recientes: Islandia, Grecia, Irlanda, Alemania y EE.UU.
En los próximos días, Grecia tiene que buscar financiación para cubrir un inmenso boquete presupuestario en la Sanidad pública (llamada EOPYY). El tamaño se eleva a 1.200 millones de euros y, lo que es peor, con una capacidad de financiación nula.
Grecia es el ejemplo perfecto de la combinación de malas instituciones políticas, económicas y una política económica nefasta.
Portugal y Grecia están interesados en créditos del KfW alemán y estudian crear organismos públicos de crédito comparables al KfW (el ICO alemán).
Grecia ha aumentado en abril por cuarto mes consecutivo sus reservas de oro, quizás en previsión de que estas ofrezcan un mínimo de protección si se ven obligados a salir del euro.
El Gobierno griego promete proteger las inversiones extranjeras, tras el asalto a una mina de oro propiedad de la empresa Hellas Gold, filial de la multinacional minera canadiense Eldorado.
Anna Diamantopoulou, ex ministra griega de Desarrollo y Competitividad, señala que Grecia entre otros, tiene un problema de producción ya que en los últimos treinta años no se ha producido nada y únicamente se ha consumido.
Las 111 toneladas de oro propiedad del Banco Central de Grecia fueron utilizadas como parte de las garantías necesarias que exigían sus acreedores para facilitar nuevos préstamos.
En su artículo de esta semana, Guillermo Barba señala que es previsible que una parte muy importante de la liquidez continúe fluyendo a la inversión en oro, lo que hará que el aumento de su cotización se acelere a velocidades insospechadas.
A medida que la situación económica griega empeora, el miedo a una fuga de depósitos masiva va en aumento. El dólar estadounidense sigue ganando terreno; no así el oro y la plata.
