Según el veterano inversor Jim Rogers, los inversores deben prepararse para una fuerte corrección en el precio del oro, “Es muy inusual para un activo subir durante 11 años seguidos sin correcciones” y añade “tengo oro y no lo estoy vendiendo”.
Si el oro llegase a alcanzar el incremento registrado en la base monetaria desde 1920, como ya hizo a comienzo de los 80, su precio podría alcanzar los 8.500 dólares por onza”, aseguran los analistas del banco francés Société Générale.
Traders discrepan sobre cómo evolucionará el precio del oro en los próximos meses. Para algunos el oro sigue constituyendo el refugio perfecto en un escenario de aversión al riesgo. Otros alertan de que la burbuja ha pinchado y el metal seguirá devaluándose frente a un poderoso dólar.
Si nos fijamos en los gráficos del oro en dólares como en euros, vemos que tanto en una como en otra divisa, el oro continúa registrando un aumento anual del 22% y el 27% respectivamente. No podemos afirmar lo mismo de la mayoría de las acciones mundiales, que cotizan muy por debajo de sus cotizaciones de hace un año.
El metal precioso vale hoy poco más de 1.600 dólares la onza, mientras que el cinco de septiembre había tocado un precio récord de 1.900 dólares, lo que supone una pérdida del 15% de su valor.
El precio del oro alcanzará cifras que probablemente en estos momentos para muchos sean muy difíciles de imaginar, pero eso solo será el indicador de que todo a nuestro alrededor se devalúa y de que grandes cambios se estarán llevando a cabo en la economía mundial.
No es difícil predecir que muy cerca de cumplir 40 años del inicio del apogeo de la Reliquias de la Muerte Segura, el congreso de Estados Unidos elevará el tope de endeudamiento para que Barack Obama siga cavando más profundo la tumba del dólar.
‘El oro es la divisa internacional por excelencia, es un activo monetario, en cualquier parte del mundo se entiende que quien tiene oro tiene dinero’.
Sara Pérez Frutos, directora de Dracon Partners EAFI, reafirma que el oro ‘es la única materia prima monetizable. Si los dólares valen relativamente poco y si en el euro podemos confiar de una forma relativa, seguir teniendo posiciones en oro es algo seguro’.
Faber indica que un colapso deflacionario es poco probable que dañe al oro, porque la Reserva Federal simplemente devaluaría el dólar. Por otro lado si la FED continúa inflando los precios de los activos, la inflación se situará en los dos dígitos, lo que sería muy alcista para el oro.
Las previsiones del Banco Mundial prevén que en menos de 15 años veremos el fin del patrón dólar. Forbes, cree que se establecerá un patrón oro en los próximos 5 años. Su visión difiere de la anterior, si bien todo el mundo parece ponerse de acuerdo en una cosa: el dólar como referencia está muerto.
El oro al contado cerraba ayer en 1.487 dólares la onza, mientras el dólar anotaba máximos de sesión frente al euro. El fondo del millonario especulador húngaro George Soros se desprendió de gran parte de sus tenencias de oro durante el primer trimestre, según se desprende de un informe presentado por los reguladores del mercado.
El hecho de que el dólar continúa cayendo mientras que los precios del oro siguen aumentando crea un fuerte escepticismo en los mercados. Con el quantitative easing han entrado en juego muchas emociones, los efectos psicológicos del regreso a la normalidad serán peligrosos e imprevisibles.
