(OroyFinanzas.com) – El primer ministro italiano, Matteo Renzi, dio a conocer la semana pasada que quiere aumentar el límite máximo de pagos en efectivo de 1.000 a 3.000 euros, en contra de todas las tendencias que venimos observando en OroyFinanzas.com a nivel europeo desde hace años tanto en Francia [1], España, Suecia [2] o Dinamarca [3].
Italia había establecido el límite de pagos en efectivo a 999,99 euros en agosto 2011 durante el mandato de Mario Monti y al poco tiempo hizo lo mismo, bajando el límite de 3.000 a 1.000 euros.
El ministro de economía italiano, Pier Carlo Padoan, declaró en noviembre 2014: “La decisión de limitar la circulación de dinero en efectivo es motivada por hacer relucir la economía sumergida […] limitar el uso del dinero en efectivo y desarrollar pagos electrónicos puede tener un efecto positivo en la economía.”
CashlessWay, un lobby italiano apoyado por bancos y empresas de telecomunicaciones italianas, defiende que la decisión de aumentar el límite de los pagos en efectivo va en contra de las provisones de la Unión Europea (UE) que recientemente decidió reducir el límite para los pagos en efectivo como instrumento para combatir el blanqueo de capitales, la evasión fiscal y el terrorismo. Las nuevas directrices establecidas en julio 2015 limitan el uso de dinero en efectivo por extranjeros no europeos en la UE en más de un 30% de 15.000 a 10.000 euros por persona.
En una nota de CashlessWay, que solo podemos leer con una sonrisa irónica desde OroyFinanzas.com por no llorar, declaran: “Exigimos una reacción inmedidata de Europa, porque si esto pasa, sería un serio paso hacia atras en la modernización de Italia y una ayuda inesperada del gobierno a la economía sumergida”, afirma Geronimo Emili, presidente de CashlessWay.
El lector habitual de OroyFinanzas.com sabe que estamos en contra, como parte de nuestra línea editorial, de la eliminación del uso del dinero en efectivo en el mundo entero porque lo vemos como excusa para invadir la privacidad de todos los ciudadanos y para crear el ciudadano transparente perfecto para empresas y gobiernos, como un paso más en el auge de los estados totalitarios. La excusa de que el dinero en efectivo es usado por criminales o terroristas no se sostine de ninguna forma si se tienen en cuenta los riesgos que supone para la democracia la eliminación del dinero en efectivo. La eliminación del dinero en efectivo haría posible la libre confiscación de ahorros de los ciudadanos, el análisis cuantitivo de todas nuestras transacciones para los intereses de las empresas más allá de todo lo que ya compartimos en Internet, las redes sociales y con los bancos asegurando a los poderes del sistema el control total de las masas.
Fuente: CashlessWay [4]
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