(OroyFinanzas.com) – En lo que llevamos de año, 500.000 millones de dólares se han sumado a la deuda global para establecer un récord de 217 billones de dólares. Un escenario inédito en el que podría variar un elemento muy significativo. Ahora los principales bancos centrales se están preparando para poner fin a años de políticas económicas expansivas y crédito muy barato.
Estos últimos años hemos asistido al festival del dinero barato impulsado por los bancos centrales, una política que ha impulsado a hogares, empresas y gobiernos a solicitar créditos a bajos tipos de interés. Esta política monetaria -la de tipos de interés extraordinariamente bajos- era la solución introducida para compensar las consecuencias de la crisis crediticia de 2009. De esta forma, la deuda global ha ido ascendiendo y en la actualidad se sitúa en un 327% de la producción anual del planeta, según estudio presentado por el Instituto de Finanzas Internacionales-IFI [1].
Pero esta semana distintos bancos centrales han advertido sobre los riesgos de un endeudamiento excesivo y la necesidad de comenzar “el proceso de normalización” de los tipos de interés mundiales. Así lo han manifestado la presidenta de la Reserva Federal de Estados Unidos-FED, Janet Yellen, el presidente del Banco Central Europeo- BCE, Mario Draghi y el gobernador del Banco de Inglaterra Mark Carney quien, de hecho, ya ha endurecido los controles sobre el crédito bancario en su país.
Sin embargo, en el informe citado se alerta sobre el riesgo de estas medidas, especialmente en los mercados emergentes que se han endeudado en divisas fuertes como euros y dólares. En el último año esta deuda emergente en moneda extranjera aumentó en 200.000 millones de dólares, creciendo a su ritmo más rápido desde 2014. Además, estos mercados tienen un calendario de pago de deuda significativo, con más de $ 1,9 billones en bonos y préstamos que vencen para fines de 2018. Si finalmente hay subida de tipos y estas divisas se fortalecen, mayor coste tendrá para los deudores hacer frente a sus obligaciones.
Al debate también se ha sumado también el Banco Internacional de Pagos de Basilea [2] que ha sugerido una subida de tipos, a pesar de las posibles consecuencias en los mercados o de los altos niveles de deuda. Su argumento simple, algo así como que cuando más tardemos, más difícil será hacerlo en el futuro.