(OroyFinanzas.com) – Según se van desarrollando los acontecimientos en Europa, no resultaría del todo extraño que más pronto que tarde puedan empezar las revueltas sociales.
Muchos se preguntan ¿Quién ha votado a esos señores de Bruselas, que día a día acumulan un poder mayor sobre las vidas de los ciudadanos? La confianza de los europeos hacia los políticos se ha desvanecido, no han sabido defender los intereses de los ciudadanos a los que representan.
Ayer el Ministro de Hacienda y Administraciones Públicas, Cristóbal Montoro, durante un foro organizado por el diario La Razón se aventuró a asegurar que 2013 será el último año de crisis económica, aduciendo que “a finales de 2014 el sector exterior y la demanda interna estarán coincidiendo en la recuperación y se abrirá un nuevo periodo largo y sano de crecimiento económico”.
El Ministro aseguró que no se refería a “teorías y deseos” sino que hablaba de “fundamentos económicos serios” que hacen de España un “miembro fiable” de la Unión Europea al que “no hay que vigilar ni controlar”.
Cada cual puede sacar sus conclusiones, pero las afirmaciones de Montoro más bien parecen una excusa para justificar las decisiones tomadas por el mismo y su gabinete, que un análisis serio de la situación; además de ser una falta de respeto hacia los ciudadanos no explicar la verdadera situación en la que se verá sumido el sistema financiero español y europeo en un futuro próximo.
Europa continúa languideciendo en su dilema económico y debatiéndose ante la cuestión de qué hacer con respecto a los insostenibles niveles de endeudamiento y además sin conocer todavía las consecuencias y efectos perjudiciales que la deuda ha dejado en la zona euro.
La historia de “mejor mentirle a los ciudadanos” parece que se repite porque Miguel Sebastián, economista y ministro de Industria con Zapatero afirmó recientemente que el había alertado [1] al banco de España de los peligros de la burbuja inmobiliaria [2], pero cuando le preguntan que por qué al llegar al gobierno no hizo nada, Sebastián se excusaba diciendo que “Pinchar una burbuja hubiera sido como apagar la música en una fiesta de 50 personas”. Lo dicho, la gestión del bien público está en manos de políticos insensatos e imprudentes.
No tenemos más que ver el experimento financiero sin precedentes que se ha realizado en Chipre [3], donde han aplicado confiscaciones saltándose las leyes de propiedad a la torera y donde se ha impuesto el primer control de capitales [4] en la historia de la eurozona. Los ciudadanos se ven cada vez mas indefensos ante las confiscaciones, subidas de impuestos y restricciones. Sin el menor género de duda lo que ha pasado en Chipre se puede repetir en otras partes de Europa y el mundo.
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