(OroyFinanzas.com) – Los bonos del Tesoro de los EE.UU ganan adeptos en el mercado internacional, también entre aquellos países con los que no hay relaciones diplomáticas fluidas.
Mucho se ha escrito sobre los bonos del Tesoro de los EE.UU. y de las intenciones de algunos de los países tenedores de los mismos de ir, poco a poco, desprendiéndose de ellos bien como medida económica o como una forma de instrumentalizar la venta en el juego de la geopolítica
Sin embargo, los últimos datos que conocemos al respecto [1]pueden hacer cambiar esta perspectiva porque parece que los bonos del Tesoro estadounidenses gozan de buena salud en el mercado internacional. Cierto que países aliados o alineados con EE.UU como Japón, Brasil, Suiza, Reino Unido, India o Francia, han aumentado sus tenencias de estos bonos a lo largo de este año 2017 pero entre los compradores también encontramos otras naciones que no mantienen relaciones tan fluidas con los estadounidenses como los países citados.
Rusia, por ejemplo. Las relaciones entre Rusia y EE.UU no pasan por su mejor momento. Hace unos días recogíamos una noticia que nos daba una pista sobre la fecha posible [2] para que ambos países resolvieran el punto muerto en el que se encuentran sus relaciones diplomáticas. Oficialmente, el desencuentro entre ambos países tienen su origen en la anexión rusa de la península de Crimea [3] y las posteriores sanciones económicas impuestas a Rusia, lideradas por la pasada administración de Obama y que culminó con la expulsión de diplomáticos rusos de suelo estadounidense bajo la acusación de espionaje. Rusia continúa con su política de ir incorporando oro con regularidad a sus reservas [4] pero desde octubre de 2016, también han aumentado su tenencia de bonos estadounidenses por valor de más de 34.000 millones de dólares, alcanzando el nivel más alto desde septiembre de 2014
China es un caso similar al ruso. Es un comprador habitual de oro para incorporarlo a sus reservas de divisas, aunque no ha realizado compras oficiales en los últimos tres meses [5]. Sin embargo, desde octubre de 2016, las tenencias chinas de bonos del Tesoro de EE.UU. se han incrementado en 53.000 millones de dólares. Las relaciones entre China y EE.UU. no están tan deterioradas como las rusas pero la cuestión de Corea del Norte planea sobre las relaciones entre ambas naciones.
Un tercer ejemplo paradigmático lo encontramos en Arabia Saudí [6]. Tras la desclasificación de documentos que supuestamente vinculaban al régimen saudí con los atentados del 11-S y la aprobación de una ley que abría la posibilidad a que las víctimas del atentado pudieran demandar al país árabe, la respuesta saudí fue contundente. Primero condenó la aprobación de la ley para después amenazar con deshacerse de todos los bonos estadounidenses que guardan en su poder. Pues no sólo no se han materializado las amenazas sino que los saudíes han aumentado la tenencia de bonos en un 33% desde noviembre de 2016.
Una explicación la podemos encontrar en las nuevas políticas impulsadas por la Fed que, poco a poco, sube los tipos de interés, otorgando mayor rentabilidad a la tenencia de estos bonos del Tesoro aunque como hemos señalado en alguna ocasión [7], esta subida de tipos podría tener consecuencias perjudiciales inesperadas que afecten a los contribuyentes estadounidenses y actúen en beneficio de los tenedores de los bonos.