(OroyFinanzas.com) – Tuvimos ocasión de asistir el pasado 12 de marzo a la presentación del último libro de Daniel Lacalle, gestor de fondos de inversión con residencia en Londres y colaborador habitual de El Confidencial, titulado “Nosotros los mercados: qué son, cómo funcionan y por qué resultan imprescindibles” publicado por la editorial Deusto.

Como señala Lacalle, “Somos capitalistas, y mucho, cuando el mercado está al alza. Pero cuando las cosas no pintan bien, los mercados que antes eran ‘el fiel reflejo de la realidad’ se convierten en ‘malvados’ y exigimos que nos rescaten de las pérdidas y deudas que contraemos. Capitalistas al alza, socialistas a la baja. Cuando la bolsa subía, era por ‘los inversores’, cuando la bolsa baja, es por ‘los especuladores’. Si una empresa se endeuda veinte veces su capital para comprar un porcentaje en otra, ‘invierte’, pero si usted compra una acción y luego la vende, ‘especula’. Sorprendente”.

Alemania nos ataca, el BCE nos odia, los inversores nos atacan, estos son los titulares que Daniel Lacalle asegura que hemos podido leer estos últimos años, y siempre ‘el otro’ tiene la culpa de nuestra situación, siempre tenemos a alguien que vaya contra nuestra percepción de que el dinero es gratis, a quien echarle la culpa que hemos olvidado la cultura del esfuerzo.

Lacalle contó que durante una conversación con un importante político español este le aseguro que había que luchar contra la dictadura de los mercados a lo que Lacalle respondió: “Estupendo entonces si no quiere depender de la dictadura de los mercados, no se endeuden y no tendrán que salir a los mercados a pedir financiación, la mejor manera es no endeudarse. Otra cosa muy distinta es que Usted lo que quiera es una dictadura del estado, Ustedes pretenden que los mercados le presten gratis lo que Ustedes no le prestan gratis a otros países del mundo. A Usted le parecen fenomenal las altas primas de riesgo de Venezuela, de México, de Argentina o de Bolivia, que son países hermanos, pero exigen que a nosotros se nos tenga que prestar al 0%, y el dinero no es gratis”.

¿Por qué tiene que ser el dinero gratis? “Pues porque si el BCE nos lo prestase al 0% entonces no tendríamos déficit y claro por las mismas, si nos tocara la lotería no habría que trabajar”, indica irónicamente Lacalle.

Lacalle afirma “Tenemos un concepto completamente erróneo de lo que es el riesgo, puesto que habíamos creado una situación de lo que se llama derechos adquiridos, pero olvidamos que estos derechos están adquiridos siempre en contra de los derechos de otras personas, porque nosotros acumulamos deuda en los países de la OCDE a intereses bajos y les quitamos recursos financieros a África, Asia y Sudamérica y sus primas de riesgo no nos importan. Cuando se alcanza el umbral de saturación de deuda, es porque ya nos hemos endeudado en exceso y hemos despilfarrado a tipos de interés bajos.  Hace unos años veíamos los tipos de interés al 12% y aquí no pasaba nada, pero en la actualidad los tipos al 5% son insoportables”.

¿Por qué pensamos que el dinero es gratis?

Lacalle asevera que la gente no es tonta, que no piensa que el dinero es gratis, pero que existen una serie de estados que se han dedicado a imprimir y a endeudarse y que siempre hacen una cosa que se llama el chocolate del loro, se gastan 1.500 millones en un aeropuerto que no se va a usar, crean más parlamentos en España que en toda Latinoamérica junta y nos endeudamos en 400 millones diariamente, eso es el chocolate del loro.

De hecho la solución por supuesto va a ser continuar endeudándonos, según Lacalle. “Pero de lo que nos olvidamos siempre en eso que llaman política social, es a quien le estamos quitando ese dinero, y se lo estamos quitando a todos esos países a quien tan socialmente luego les entregamos los frutos de nuestra caridad. Todos esos países se financian al 25% o al 35%, nunca se han visto manifestaciones en Ghana para que el banco central los financie al 0%, porque ellos saben que el  dinero no es gratis”.

Todo esto genera una percepción que todos hemos escuchado alguna vez y es “a largo plazo todo sube”, lo que Lacalle considera una tremenda imbecilidad, sin embargo cree que está tatuado en el corazón de la gran mayoría de los inversores. Lacalle cuenta como un día tuvo ocasión de conversar con un taxista cuya madre tenía todos sus ahorros puestos en preferentes de Bankia y el experto le dijo que había perdido su dinero, pero que imaginaba que Bankia pondría en marcha una serie de mecanismos para que su madre recibiera una compensación probablemente en acciones. Entonces el taxista concluyo encantado que si se lo daban en acciones era fantástico porque según el “a largo plazo subían”. Según Lacalle le acababan de hacer una y buscaba la segunda.

En el próximo artículo sobre la presentación del libro de Daniel Lacalle hablaremos sobre cómo antes de la crisis, España era el país donde más fácil era hacerse rico del mundo.

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