Gold Bullion International (GBI), un proveedor de metales preciosos, lanza una moneda digital respaldada en oro (XAU) a través del protocolo Ripple, lo que permite a los clientes gastar su saldo de oro físico comprando online, enviarlo por medios electrónicos a amigos y familiares, o utilizarlo como moneda de pago en cualquier lugar en el que se acepte Bitcoin.
La diferencia entre el oro físico y el oro papel radica en el riesgo de contrapartida. El riesgo de contrapartida es el riesgo de que no se cumpla con la promesa de entrega por la quiebra de la compañía, una nacionalización por parte del gobierno o cualquier otra razón.
El oro físico puede encontrarse en distintas formas y pesos, pero en los mercados internacionales se negocia con lingotes fundidos de 12,4 kg (400 onzas troy), denominados “Good Delivery”, que cumplen con una cadena de integridad.
Es el colapso de los bonos y la deuda soberana que hará que el oro vuelva a ser percibido nuevamente como dinero, el sistema podría colapsar y por ende el consumo, hundiéndonos en una depresión global, llevando al oro a niveles estratosféricos.
Todo inversor en oro debe saber que los bancos centrales y algunos grandes bancos comerciales se pasan la vida intentando manipular las cotizaciones de los metales preciosos. Cuando se disparan, ahí están ellos para tirarle de las bridas al caballo y que no se desboque.
