Los bancos europeos a partir del 8 de mayo van a pedir prestado a un tipo de interés 0,5 puntos porcentuales menor –al 1%- y depositarán dinero en la Banca Central con una remuneración del 0%.
Mariano Rajoy, insta a los socios comunitarios a dotar de mayores competencias al BCE para poder promover medidas de estímulo económico y suministrar liquidez.
La unión bancaria, la creación del supervisor bancario único en el seno del Banco Central Europeo y la reforma del sistema de votación de la EBA (Autoridad Bancaria Europea) se hará como muy tarde el año que viene.
Una vez que el Euro se convirtió en la moneda única (sustituyendo al primitivo ECU) el 1 de enero de 1999, el BCE comenzó a funcionar como máxima Autoridad Monetaria.
Este jueves se vivió una euforia en los mercados financieros mundiales, cortesía de Mario Draghi, presidente del Banco Central Europeo que anunció la compra ilimitada de bonos soberanos de países en problemas, conocida como “transacciones monetarias directas”.
Los inversores están a la espera de la reunión del consejo de gobernadores del BCE mañana jueves, Schäuble ratificó la postura de Alemania de que las deudas de los Estados no deben ser financiadas por el BCE.
Ayer el banco central alemán en su boletín de agosto, criticaba la compra de deuda soberana de la Eurozona por conllevar “notables riesgos de estabilidad”. La compra de bonos tiene consecuencias inflacionistas y el precio del oro refleja las expectativas de inflación.
Sin la ayuda del resto de bancos europeos y de la función de avalista de última instancia que nos proporciona el BCE, la economía española ya hacía varios años que estaría “fuera de juego”, sin crédito y sin capacidad para pagar sus deudas, públicas o privadas.
Una fecha crucial será el 12 de septiembre 2012, porque el Tribunal Constitucional Federal de Karlsruhe dictaminará si el Fondo Europeo de Estabilidad Financiera quebranta las competencias del Parlamento alemán y de la Constitución alemana.
Dirk Wiedmann jefe de inversiones en Rothschild Wealth Management, indicó que el oro no puede ser manipulado por los banqueros centrales, a diferencia de las monedas de papel y que su precio podría eclipsar el récord de 1.900 dólares por onza establecido en septiembre del año pasado.
Disculpe Sr. Draghi, pero el tiempo en que nos creíamos que el BCE podía ser un banco central diferente, plenamente comprometido con la creación de una moneda fuerte, como si hubiera adoptado el patrón oro como ejemplo, ha pasado.
El Gobierno y las autoridades económicas españolas han caído en una trampa dialéctica de agitación y propaganda contra el Banco Central Europeo, el cual carga cuan chivo expiatorio con la culpa de que la prima de riesgo esté desbocada.
Hasta que no se entienda que esta crisis de la deuda soberana en Europa es el reflejo del nacimiento de una moneda coja no estaremos en condiciones de superarla.
