Reducción de las tasas de interés: un error fatal
Querer presionar a las entidades financieras a que presten y a los individuos y empresas a que se endeuden, es un absurdo. Más deuda no solucionará un problema de sobreendeudamiento.
Querer presionar a las entidades financieras a que presten y a los individuos y empresas a que se endeuden, es un absurdo. Más deuda no solucionará un problema de sobreendeudamiento.
El presidente de la Reserva Federal estadounidense Ben Bernanke, no descarta que la institución ponga en marcha un nuevo programa de recompra de deuda, conocido como ‘Quantitive Easing 3’, en caso de que sea necesario para apoyar la economía estadounidense.
Se espera un nuevo “rescate del euro” para España e Italia que podría sumar 750.000 millones de euros. Esto ha empujado al alza las acciones ordinarias y los bonos europeos.
Los mercados esperan ansiosos ya que las decisiones de política monetaria son ya más importantes para la bolsa, las divisas y las materias primas que cualquier resultado empresarial o dato macroeconómico. Es una triste muestra de cómo los bancos centrales se han convertido en órganos de planificación central para toda la economía.
Cuanto menor sea la oferta monetaria en EEUU, mayores serán las probabilidades de que los mercados bursátiles y la economía en general sufran un hundimiento de tal magnitud que el 2008 no parecerá más que un juego de niños en comparación.
La semana pasada se podría partir en dos mitades en cuanto al movimiento de los metales preciosos. La primera mitad fue pésima para los alcistas, pero en la segunda mitad el mercado atrajo a nuevos compradores.
Un informe de la Fed de Filadelfia muestra que la actividad comercial de EEUU ha bajado entre abril y mayo. Crece la preocupación por la reticente economía estadounidense y los precios de los metales preciosos suben considerablemente.
En unas sesiones patrocinadas por Ron Paul, el Congreso de los EEUU debatió ayer posibles reformas e incluso la abolición de la Reserva Federal, el banco central de los EEUU.
Un vórtice deflacionario hunde al mundo en una depresión económica cada vez más profunda. Quizás lo más grave, es que los gobiernos y bancos centrales mundiales insisten en fingir ante sus respectivos ciudadanos, que tienen el poder suficiente para contener esas fuerzas con gasto público e impresión de dinero, para lo que dicen, no existe alternativa.
Sería un grave error escuchar al FMI que afirma que “ningún activo puede considerarse totalmente seguro”. Confianza sí hay, como la que da el activo refugio por excelencia y dinero real: el oro. Si bien no está exento de riesgos, resulta más peligroso no tenerlo.
El patrón oro es un referente que no se debe olvidar. Desde la mayoría de las instituciones se ha adoptado el monetarismo planificado como una religión, y ni siquiera en el ámbito puramente teórico se presentan alternativas.
El viernes el precio del oro subió después de que los datos de empleo de EEUU para marzo resultaran decepcionantes. Los economistas predecían que el empleo no agrícola aumentaría en 205.000, pero los datos reales sólo llegaron a 120.000.
Si oyen decir que la recuperación económica acarrea una subida de los tipos de interés, y de cómo esto tiene un efecto bajista sobre el oro y los metales preciosos, tengan en cuenta los intereses reales.